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dimarts, 12 de juny del 2007

Al servicio de la mentira.

Los fiscales del juicio del 11-M han presentado sus conclusiones, han desgranado las pruebas abrumadoras que sustentan sus peticiones de condenas y los abogados de la defensa y de la acusación han hecho lo propio; algunos de estos han solicitado, además, la anulación del juicio por los más peregrinos motivos. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional ha estado magistral a la hora de opinar sobre el desarrollo de la vista y de valorar algunas de las estrategias de las defensas y de las acusaciones particulares y sólo cabe suscribir sus palabras.

La verdad judicial se abre paso de modo imparable porque, como suele suceder en estos casos, es sencilla y al alcance de todo el mundo: deseando dar un escarmiento a España por haber apoyado la guerra del Irak, un grupo de islamistas radicales, encuadrado en una célula a la sombra de Al-Qaeda, decidió perpetrar un atentado en Madrid antes de las elecciones de 14 de marzo de 2004. Para ello, se proveyó de dinamita que compró a unos delincuentes asturianos, la transportó a la capital, fabricó los explosivos, los colocó en unos trenes de cercanías en una hora punta, cuando mayor podía ser la carnicería y las hizo estallar. El resultado fue de 192 muertos y 1841 heridos. Se presume que alguno de los autores materiales del atentado se sienta hoy en el banquillo; el resto se suicidó cuando, días después del hecho, se vio rodeado por la policía.

Esos son los hechos que han quedado claros en el juicio. Pero esos hechos no interesaban al PP, partido en el Gobierno en el momento del crimen porque dejan bien a las claras que hay una conexión directa entre éste y la decisión irresponsable y criminal del señor Aznar de embarcar a España en una guerra de invasión injusta y pirata a miles de kilómetros de nuestro país. Por ello este partido, que ya intentó engañar a la opinión pública desde el primer momento sobre la autoría del atentado, atribuyéndoselo a ETA, puso en marcha una vasta campaña con ayuda de sus medios de comunicación (que son muchos), de sus intelectuales orgánicos y sus periodistas afines con el fin de sustituir la verdad por otra fabulación que cumpliera dos objetivos, el máximo y el mínimo. El máximo: sustituir aquella verdad por una historia distinta con otros culpables (ETA especialmente) que lo eximiera de la responsabilidad de haber mentido y le diera la razón ex post facto. El mínimo: de no poder armarse una historia sustitutiva, generar la mayor confusión posible sobre los hechos, obstaculizar su investigación, esparcir infundios y rumores, crear un clima de desorientación, sembrar toda clase de dudas e imposibilitar que la instrucción judicial primero y la vista de la causa después llegasen a buen fin.

Se puso así en marcha una gigantesca campaña que ha durado tres años de mentiras, insidias, falsedades, calumnias, testimonios comprados, puras invenciones, trolas, acusaciones malévolas que no se detuvo ante nada, ni siquiera ante el respeto a las víctimas, y que ahora se viene abajo con estrépito. Estos conspiradores llamaron a lo que se ha revelado la única verdad judicial "la versión oficial", con intención de contraponerle otra que habría de ser la "verdad real". Esta es la hora que de la tal "versión real" no hay ni rastro y sí solamente, intentos cada vez más a la desesperada de ensombrecer las conclusiones que han quedado diáfanas en sede judicial. A la vista de lo sucedido, se me ocurren tres conclusiones:

a) Aunque los dirigentes del PP han dejado de hablar del 11-M, de alimentar dudas, de arrojar sospechas, de exigir investigaciones estúpidas con el fin de retrasar el proceso, queda claro que, como partido de Gobierno y como Gobierno mintió en los días del atentado y como oposición ha seguido mintiendo durante tres años.

b) Los auxiliares en esta innoble tarea, los que han estado difundiendo patrañas, poniendo en cuestión la integridad de las fuerzas de seguridad y de la administración de justicia, van callándose poco a poco prudentemente, pero todavía quedan algunos payasos, dando a la máquina de fabular y esparcir infundios.

c) Precisamente por eso debiéramos ir pensando en hacer algún tipo de homenaje público a los funcionarios de las fuerzas de seguridad, de la administración de justicia y del resto de las administraciones que han intervenido en el esclarecimiento de los hechos y han tenido que estar soportando durante tres años que unos indeseables provistos de periódicos, radios y televisiones hayan estado acusándolos implícita y no tan implícitamente no solo de faltar a su deber, sino de ser responsables de la más espantosa matanza criminal de la historia de españa. Todas estas personas merecen nuestro reconocimiento y aprecio en medida proporcional al desprecio que merecen los sinvergüenzas que han intentado desacreditar su trabajo para obtener beneficios políticos y también económicos.

dilluns, 4 de juny del 2007

Quieren otro juicio.

Hoy, los de Libertad Digital arrancan diciendo que varios abogados van a solicitar la anulación del juicio. Como es bien sabido, la estrategia de los de la teoría de la conspiración (que están seguros de que jamás podrá probarse en sede judicial pues se la han inventado) consiste en retrasar y, a ser posible, detener el juicio en el que ya ha quedado meridianamente claro que, de intervención de ETA, nada de nada.

También hoy trae El País un magnífico reportaje de Ernesto Ekaizer en el que se explica que hay una colusión entre algunos abogados defensores de ciertos acusados (Basel Ghalyoun y Jamal Zougam) y El Mundo. Así mismo da a entender, sin hacerlo de forma expresa, que es ese medio el que se encarga de abonar los honorarios de los abogados. De ese modo la defensa se utiliza como un mecanismo más en la estrategia de la teoría de la conspiración, pues es la defensa de estos dos acusados una de las que más ha insistido en vincular a ETA con el atentado del 11-M.

Visto lo cual, la pregunta inmediata que ha de hacerse todo aquel que lea la información de Libertad Digital es cuánto de lo que lee es información en sentido genuino y cuánto mera expresión de una intencionalidad de la defensa que se urde de consuno con el propio medio de comunicación.

Es curioso comprobar hasta qué punto en este proceso confluyen las tácticas jurídicas de unos con las políticas de otros. Y más curioso cómo las tácticas políticas pueden consistir en minar la administración de justicia. Desde el primer momento ha estado claro que el juez Gómez Bermúdez -en quien los de la seudoteoría de la intervención de ETA tenían puestas sus esperanzas- iba a presidir un proceso judicial intachable y desde ese mismo momento ha estado claro también que los partidarios de la conspiración iban a tratar de deslegitimar el proceso y, a ser posible, de anularlo. La finalidad es doble: de un lado, favorecer las expectativas del PP (que, a su vez, cumple con el papel que se le ha asignado de apoyar mediante declaraciones e insinuaciones varias la versión de la conexión etarra) y, de otro, vender más periódicos, aumentar la audiencia.

Es de esperar que este nuevo intento de embarullar, retrasar o impedir quede en nada, como en nada han quedado todas las alambicadas invenciones del ácido bórico, la orquesta Mondragón y la furgoneta Kangoo. Entre tanto, el público crítico puede aprovechar para ver hasta qué punto cabe emplear los medios de comunicación como instrumentos al servicio de dudosas políticas de partidos, de intereses electorales de unos y de mecanismos para el enriquecimiento y el aumento de poder de otros.


dimarts, 29 de maig del 2007

La dinamita, los tornillos y el que le falta a Trashorras.

Pasado el vendaval de las municipales/autonómicas, el proceso del 11-M vuelve a tomar velocidad, habiendo estado ausente de los debates electorales, ocupados al copo por Batasuna, ETA, Navarra, ANV y otras pintorescas manifestaciones de ese norte algo hirsuto. Y ya es curioso, como si la dirección del PP hubiera tenido un ataque de amnesia colectiva: se les olvidó que "querían saber" y hasta el señor Rajoy dejó de airear sus "dudas razonables" sobre el proceso del 11-M y eso que no paró de largar en la campaña electoral. Esa es también táctica frecuente en la derecha: se da la tabarra mientras se puede cuestionando el Estado de derecho, alimentando bulos y patrañas y, cuando la verdad judicial empieza abrirse paso, se deja de hablar como por ensalmo y, si alguien pregunta, se responde como Schopenhauer cuando le preguntaban por el "espíritu" hegeliano: ¿quién es ese mozo?

Lo hacen siempre. ¿Alguien se acuerda de la campaña de boicoteo a El País y el grupo Prisa? También aquí se ha hecho un silencio sepulcral, no porque se haya abierto paso verdad judicial alguna, sino porque es patente el grado de estulticia de la medida. ¿Boicoteo? ¿Quién ese ese mozo?

Y, sin embargo, si se leen las cumplidas informaciones de Libertad Digital se verá cómo está quedando claro que subsisten todas las dudas, razonables y no razonables, cómo la "versión oficial" hace aguas, cada vez está más claro que el atentado fue obra de ETA y, si no se dice así paladinamente en sede judicial es porque en este gigantesco encubrimiento están pringadas las fuerzas de seguridad de España y de medio mundo, los servicios de inteligencia del otro medio, el PSOE con todos los cargos que ha nombrado, por supuesto, todos los jueces y fiscales que están actuando y, últimamente, para nuestra gran sorpresa, hasta los miembros del PP que están aceptando vergonzosamente la "versión oficial" y ya no dicen lo de "queremos saber" y las "dudas razonables" por miedo al ridículo.

Ayer se habló en la sala del estado mental del señor Trashorras. Por supuesto que tiene que estar algo guillado, por emplear un término técnico, porque sólo estando guillado o siendo un perfecto imbécil o no teniendo ni idea de en qué mundo se vive o las tres cosas al mismo tiempo, cabe ignorar qué pueda pasar si vendes un par de cientos de kilos de dinamita a unos islamistas. Pero que esté algo guillado no quiere decir que no sea responsable de sus actos. El tipo capaz de decirle a su familia que "mientras los de El Mundo paguen, yo les cuento la guerra civil" es un granuja, pero sabe perfectamente lo que hace. Por cierto, tan granuja como quienes pagan por estas cosas, como cuando pagaron a Amedo. Lo que me asombra es que gente de tal calaña se atreva a ir por la vida, a escribir en los periódicos y hablar por la radio y la televisión. La verdad es que este mundo tiene mucho de pocilga.


dimarts, 22 de maig del 2007

No queda ni uno.

Se acabó la huelga de hambre. Los procesados se han dado cuenta de lo absurdo de una medida de presión con un objetivo descabellado. Ciertamente, cuando se inicia una de estas huelgas es porque la situación es desesperada, pero el huelguista sabe que existe una posibilidad de ganar, siempre que haya planteado una petición clara y factible. La de estos era confusa y no factible. Confusa porque se limitaban a considerar injusto que se los juzgue y no factible porque el juez Bermúdez dejó claro desde el principio que se les alimentaría forzosamente y el proceso no se interrumpiría. Después de esto, todos los días que los procesados han estado sin comer han hecho el canelo. Y ahora que se reintegran al mundo ordinario de comedores y bebedores, lo hacen con una especie de manifiesto en el que no solamente quieren salvar la cara (lo que es comprensible) sino también, en cierto modo, enjuiciar el juicio. Dicen los ex-huelguistas que pretenden que el proceso se aleje de elementos políticos y se concentre en los jurídicos.

En primer lugar, eso es lo que ha estado pasando desde el principio y, en segundo, ¿acaso su decisión de ponerse en huelga de hambre no trataba de introducir un factor de desviación política y mediática? Esa huelga estaba directamente vinculada a la alucinante teoría de la conspiración que, al tratar de endosar el atentado a ETA, venía a exculpar a los islamistas procesados. Pues ¿hay injusticia mayor que ser juzgado y condenado por un delito que ha cometido otro?

Como la huelga no sirve para retrasar el proceso, se ha terminado. Ahora, la posibilidad de seguir obstaculizando sólo se da en la composición de los explosivos y las sospechas de los peritos de parte, que ya se han convertido en una solicitud de una batería de diligencias de la AVT, con la que espera seguir retrasando cuanto pueda. Porque, en todo lo demás, el proceso ha dejado bien claro que aquí ETA no tiene nada que ver. Una vez que las mochilas, las furgonetas, el ácido bórico y otros esperpentos se han disuelto en el ridículo, el último clavo ardiendo es el famoso explosivo, y no ya para probar que, en efecto, se utilizó Titadyne sino para probar que pudo haberse utilizado. La administración de justicia es grande porque no se inmuta ante los delirios. Si no hay prueba alguna de la intervención etarra y sí de la islamista, aclarar cuestiones menores sobre la presencia en cantidades mínimas de unos u otros componentes es secundario. Y esto no es sólo consecuencia de la lógica judicial, sino de la ordinaria.

Esta farsa de la conspiración montada para reventar el proceso del 11-M toca a su fin. El penúltimo episodio fue la breve huelga de hambre de los procesados. El último éste del evanescente titadyne. Ya no suena el famoso "queremos saber" que trompeteaba la oposición casi a diario, ni se oyen las asombrosas teorías del señor Luis del Pino que, siempre ma ha parecido una mezcla de Fu Man-chú y el señor Álvaro Baeza L., el de ETA nació en un seminario. Y según avanza el proceso con sus certidumbres incontrovertibles, todos los personajes que movieron esta teoría de la conspiración, los Acebes, Del Pino, Zaplana, Ramírez, Losantos, etc quedan en lo que son, una manga de malos farsantes.

diumenge, 20 de maig del 2007

Cuidado con el exceso de peso.

Otros dos islamistas han decidido deponer la huelga de hambre. De los catorce iniciales, ya sólo quedan ocho y ninguno en huelga de sed. Caramba con la moral del creyente. Y se derrotan por parejas, como si fueran la Guardia Civil. Ahora, el problema va a ser que no se exageren en la ingesta y echen unos kilillos de más. Y estos eran los que preferían morir a seguir soportando la injusticia que se les hacía de acusarlos de algún que otro crimen. Al ponerse a comer a dos carrillos y llenar la andorga ocurre que, como decía Sancho, las cosas se ven de forma distinta.

A la vista del exitazo de la protesta, es obligado volver sobre las ominosas palabras del señor Rajoy, pronunciadas en repetidas ocasiones a los vientos de la piel de toro en el sentido de que, al "ceder al chantaje de De Juana", el Gobierno iba a encontrarse con una oleada de huelgas de hambre entre la población reclusa española, en una especie de repetición del famoso "efecto llamada", convertido ahora en "efecto ayuno". Es lo que sucede cuando se habla por hablar, por no estar callado y sin tener ni guarra de lo que se está diciendo. Porque es obvio que el señor Rajoy, como el ex-alcalde de Marbella y los islamistas del 11-M creían que una huelga de hambre es como una partida de paddle. Sigo con mi pregunta, ¿por qué no se volverá a su registro el señor registrador, cuenta habida de que no sabe de lo que habla? Y eso tras aclarar definitivamente cuál sea su sueldo, cosa que aún no ha hecho, como tampoco el señor Ruiz Gallardón ha aclarado si la señora Corulla se benefició de un trato de favor del Ayuntamiento madrileño, bajo su esclarecida dirección.

dissabte, 19 de maig del 2007

Huelga de huelga de hambre.

Estos feroces islamistas, presuntos asesinos directos o indirectos de 190 personas, son más de alfeñique de lo que presumíamos. De los catorce huelguistas de hambre originarios ya sólo quedan diez y ninguno en huelga de sed. Efectivamente, ese tipo de huelga es más duro de lo que parece a quien jamás haya hecho alguna. Declararse en ayuno voluntario es facílismo: todos lxs gordxs y obesxs del país lo hacen todas las mañanas. Resistir y mantenerlo es otra melodía; hace falta fuerza de voluntad, tesón y, sobre todo, convicción y fibra moral. Cualidades que no suelen abundar entre los delincuentes comunes, como los ex-alcaldes presuntamente ladrones o los delincuentes pseudopolíticos terroristas.

De todas formas, yo pensaba que habría algo más de tenacidad entre los islamistas a diferencia del señor ex-alcalde de Marbella, pero ya puede verse que no, que incluso hay menos.

Supongo que quien estará realmente enojado con estos huelguistas de chicha y nabo será el señor Rajoy, augur de la epidemia huelguística en la España toda, cuyos presidios presenciarían oleadas de huelgas de hambre, como respuesta a la claudicación sociata frente al señor De Juana Chaos. Dado que su calidad como profeta no es mejor que su calidad como político, ¿por qué no retorna el registrador de la propiedad a su registro? Por cierto, seguimos sin saber si cobra o no un porcentaje de los ingresos de dicho registro. ¿También es un asunto de su vida privada, como el posible trato de favor del Ayuntamiento de Madrid a los negocios de la amiga del señor Ruiz Gallardón?

dijous, 17 de maig del 2007

Huelga de hambre.

Ya me había hecho eco de la huelga de hambre que inició el ex-alcalde marbellí, Julián Muñoz, y que acabó tan súbitamente como había empezado. Y luego, de la que iniciaron el viernes pasado cuatro islamistas imputados en el 11-M. Ayer supimos que los huelguistas islámicos son ya 14 y que dos de los primeros cuatro, además de huelga de hambre, están haciendo la de sed. Esta sí que es dura. La huelga de hambre bebiendo agua se puede prolongar algún tiempecillo, pero la de sed es fulminante. No sé si se podrá estar una semana sin ingerir líquido alguno. Como toda huelga de hambre trata de forzar una decisión en un terreno conflictivo es claro que, al hacerla de sed, se pretende abreviar el tiempo del tira y afloja. Que esto sea lo más inteligente que pueden hacer los acusados en el proceso lo consideraremos de inmediato.

Está claro, en primer lugar, que la alianza de los de la teoría de la conspiración, los políticos de la oposición y la caterva de reaccionarios que hay en el país lleva ya diez días dando el grito de "ya lo decíamos nosotros" con motivo del caso de De Juana. Véase cómo titula la noticia Periodista digital hoy Los procesados en el 11-M siguen la dieta De Juana, buena muestra del llamado "periodismo doctrina". Da la impresión de que lo que molaría al señor Rajoy sería que la entera población reclusa española se declarara en huelga de hambre, para dar en lo morros al señor Rodríguez Zapatero. Por desgracia no es así. El señor Julián Muñoz fue el primero en seguir la recomendación del señor Rajoy, pero se apeó de inmediato porque esto de ponerse en huelga de hambre es más duro de lo que parece así a primera vista. Para hacer una huelga de hambre hay que tener fuerza moral y ésta sólo viene de esgrimir alguna razón que, equivocada o correctamente, justifique el sacrificio de la negativa a ingerir alimentos. Era el caso de De Juana Chaos retenido contra derecho en la cárcel y condenado mediante una sentencia ad hoc que muchos consideramos injusta; supongo que él, con mayor motivo. ¿Cuál es la injusticia que se ha cometido con el señor Muñoz, fuera de la de no enchironarlo mucho antes? ¿Sobre qué descansa su fuerza moral? Que este pájaro, probablemente acostumbrado a devorar doradas a la sal en restaurantes de cinco tenedores, no iba a aguantar el ayuno era cosa cantada.

Vamos ahora a los islamistas. Estos serán probablemente más correosos que el señor Muñoz porque son fanáticos, la idea del suicidio no les resulta tan repugnante y tienen, en principio, una causa por la que luchar. Lo que no tienen es un motivo. No hay injusticia alguna en que se los procese y, por lo tanto, su fuerza moral es inexistente. El presidente del tribunal, además de ordenar su desalojo y de prevenirles de que el proceso seguirá con ellos ausentes, también les ha advertido de que se les alimentará e hidratará a la fuerza. Aunque haya jurisprudencia europea que dice que la alimentación forzosa no es una forma de tortura, por tal sigo teniéndola. Pero no en este momento y en este caso. Es claro que si los acusados se dejan morir de hambre (de lo que son muy capaces) el proceso decae mortis causa. Y como de lo que se trata es de que se haga justicia, se absuelva a los inocentes y se castigue a los culpables, es legítimo mantener en vida a estos acusados para que no sustraigan a las víctimas su derecho a la justicia. Una vez el proceso concluido y la sentencia firme, sí que me parecerá injusto que se les siga alimentando a la fuerza. Para entonces, si quieren dejarse morir, están en su derecho.

Pero tampoco en este caso creo que lleguen las cosas a tal punto. Si los acusados no abrigaran locas esperanzas sobre algún tipo de negociación que les fuera favorable (al oír lo que dicen los señores del PP), si no creyeran que la amenaza de dejarse morir de hambre/sed actuará como un acicate del gobierno, ¿por qué no abrevian el procedimiento y se suicidan en sus celdas? Pues eso, porque esperan negociar. De donde deduzco que estos serán más duros que el señor Muñoz, pero depondrán su actitud y se zamparán su buen cus-cus, llegado el momento, cuando comprendan que aquí no hay nada que negociar.

dissabte, 5 de maig del 2007

Lo que queda de las mentiras del 11-M.

Muy bueno el documental de ayer de la Cuatro con Iñaki Gabilondo. Eso es hacer periodismo y no las bazofias que presenta TeleMadrid con los charlatanes que llevan tres años fabulando todo tipo de patrañas para salvar la cara al PP. El reportaje 11-M, la derrota de los embusteros reconstruyó con minuciosidad los acontecimientos del 11 al 14 de marzo de 2004, centrándose en primer lugar en los hechos, para pasar a desmontar la maraña de la conspiración, poner en evidencia las mentiras de los gobernantes del PP, explicar los fallos e imprevisiones que llevaron al atentado y dejar claros el respeto y la solidaridad que se debe a las víctimas. Y todo ello ha sido posible gracias a la celebración del juicio del 11-M, un juicio que los granujas de la teoría de la conspiración pretenden alargar, deslegitimar, en definitiva, impedir.

Lo mejor del programa es cómo dejó en claro la premeditación y alevosía con que el Gobierno del PP de entonces trazó una campaña de mentiras para tratar de ganar las elecciones del 14 marzo. Todos y cada uno de sus actos estuvo deliberadamente orientado a defender la tesis falaz de la autoría de ETA y a tratar de que ésta aguantara hasta que se hubiera producido la votación. Para entonces esperaban enfrentar a la gente con los hechos consumados, como hacían los nazis, con lo que ya daría igual que se supiera quién había sido de verdad; lo que no podía ser era que se supiera antes. Y cuando digo todos y cada uno de sus actos, me ratifico: todas las comparecencias públicas del señor Acebes fueron una sarta de mentiras deliberadas; las llamadas del señor Aznar a los directores de los periódicos, pura intoxicación; la exigencia de condena de ETA en el Consejo de Seguridad de la ONU, un vil chantaje; la entrevista en El Mundo del señor Rajoy, el día de reflexión acusando a ETA, una ilegalidad y un embuste. Todo una gigantesca tramoya de pícaros para sacar provecho electoral al atentado. Y la prueba más evidente (que no he visto se haya aducido por ahí) es que el Gobierno no reunió el Pacto Antiterrorista, sino que Aznar, al contrario, convocó una manifa que implícitamente insistía en la autoria de la ETA. ¿Y por qué no lo reunió? Porque temía que alguien sugiriera la suspensión de las elecciones dadas las circunstancias, lo que supondría que, al volver a convocarlas ya se sabría lo que el Gobierno sabía desde el mismo 11-M a mediodía: que habían sido los islamistas. Es decir, mintieron por supervivencia, para salvar el gaznate, porque se vieron pillados.

Lo que es asombroso no es que estos sujetos intentaran una maniobra tan sucia sobre casi 200 muertos; lo verdaderamente asombroso es que, con la ayuda de un puñado de periodistas sin escrúpulos, que han estado haciendo su agosto hasta la fecha sembrando bulos y embustes y cuestionando el trabajo de las funcionarios de seguridad y justicia, hayan prolongado su fechoría hasta el día de hoy y que sean ellos mismos, los Rajoys, Acebes y Zaplanas que llevan tres años mintiendo los que que se presenten a las elecciones en lugar de retirarse de la vida pública como gentes indignas y sin honor, que es lo que son.

dimecres, 25 d’abril del 2007

De ETA, ni rastro; o la conspiración reventada.

El señor Díaz de Mera lucha por su pellejo cuando dice que su supuesta "fuente" (hay que jorobarse, ni que el señor Díaz de Mera fuera periodista) miente al dejarlo a él por mentiroso, y pide un careo. A su vez, el señor García Castaño, supuesta "fuente" del señor Díaz de Mera dice que el que miente es el supuesto señor Díaz de Mera. Uno de los dos miente y el careo parece cosa obligada.

Pero, mienta quien mienta de estos dos, la historia de la conexión entre el 11-M y ETA es mentira. Dado que la fuente primaria, el señor García Castaño, sostiene que lo de la ETA connection es una fábula, diga o no la verdad el señor Díaz de Mera es aquí ya irrelevante.

A nuestros efectos, de gente normal, que va siguiendo el juicio como puede, parece claro que en Atocha ETA no tiene nada que ver porque:

  • el explosivo no es el suyo.
  • El estilo no es el suyo.
  • No lo ha reivindicado.
  • Los astures no han implicado a ETA.
  • Los presuntos delincuentes islámicos, tampoco.
  • Los familiares de ambos, tampoco.
  • Los pistoleros etarras niegan la conexión.
  • La policía es tajante en que no hay conexión.
  • El informe policial existente dice que no hay conexión.

    ¿Sobre qué se fundamenta la teoría conspirativa?

  • No haya cuidado, ya saldrá por algún sitio una bolsa con ácido fórmico, muy usado por lxs etarras para lavarse los dientes. De momento, y mientras se produce alguno de estos hallazgos con los cuales vende sus libros el señor Del Pino, merece la pena ver cómo dan las noticias los periódicos de la derecha conspirativa. El Mundo había relegado la de que Garcia Castaño desmentía a Díaz de Mera al fondo de la primera, casi invisible. Pero la de que este segundo dice, a su vez, que el otro miente y pide un careo, aparece como primera noticia de portada a bombo y platillo: Díaz de Mera dice que su 'fuente' ha mentido ante el juez y pide un careo. A su vez, el otro diario digital conspiparanoico, Libertad Digital daba la noticia de la declaración de García Castaño de la siguiente divertida manera: La fuente de Díaz de Mera contradice un dato clave del sumario sobre lo ocurrido en Leganés. Y en cuerpo aun menor, "cree que el Director General de la Policía pudo confundir datos cuando habló del informe." No me dirán que no tiene gracia. ¿En dónde harán estxs los másters en manipulación?

    dimarts, 24 d’abril del 2007

    ETA dice que no.

    Los tres sujetos de ETA que ayer declararon en el juicio del 11-M, Gorka Vidal, Irkus Badillo y Henry Parot, negaron tener relación alguna con los atentados del 11-M o con islamistas en general. Resopablan de vez en cuando y daban la impresión de estar fastidiados por considerar que nada de aquello iba con ellos y que la situación era ridícula. Mira por donde, por una vez en la vida estoy de acuerdo con unos etarras. En efecto, es de todo punto absurdo que, a causa de que una manga de sinvergüenzas haya decidido embarullar el proceso a ver si consigue salvar los platos rotos del partido que gobernaba en 2004 y que por su fabulosa incompetencia encajó el atentado de Atocha, lxs ciudadanxs tengamos que presenciar espectáculos que estarían mejor en una pieza de Ionesco que en la sala de un tribunal de justicia.

    El tribunal ha hecho bien en llamar a declarar a los etarras para que no quede ni sombra de duda y lxs antedichos sinvergüenzas no encuentren otro enganche para seguir con su murga sobre la conexión de ETA en el 11-M. Pero el espectáculo era de risa.

    Se sabe de sobra: siempre que hay un acontecimiento de trascendencia social, como un atentado de esta magnitud, mucha gente (desequilibradxs, ociosxs, granujas, murmuradorxs, cotillas, etc) ponen en marcha bulos de todo tipo con las más diversas finalidades como matar el tiempo, darse importancia en la oficina o sacar unos dineros a base de vender supuestas revelaciones. El atentado de las Torres Gemelas en NY ha suscitado una miriada de fantásticas versiones donde se dan citas teorías de todo tipo, desde quienes creen que fue el mismo presidente George W. Bush quien dio la orden de atacar a los edificios hasta quienes suponen que Ben Laden es la Bestia, pasando por los partidarios de las teorías sobre platillos voladores. Esa abigarrada afición social por la fábula tiene buen mercado en unas sociedades plurales. Lo que ya no es tan frecuente es que, cuando se abre la vista oral del proceso judicial, tras una instrucción ejemplar, con miles y miles de folios del sumario, cientos de pruebas, documentos, etc, sobrevuele permanentemente en la sala la sombra de uno de estos camelos. ¿Por qué? Porque habitualmente, estas "teorías" son invención de algún cerebro enfermizo y...aislado, mientras que aquí, el cerebro enfermizo (si es que es tal y no un aprovechado) tiene detrás una formidable máquina que lo ampara compuesta por el principal partido de la oposición, un importante rotativo de papel y otro digital, una emisora de radio y una cadena de televisión de cierta audiencia. Quien haya visto el programa de dos horas que TeleMadrid dedicó a sostener la teoría de la conspiración hace unas fechas estará, supongo, de acuerdo en que emitir ese reportaje es lo mismo que si yo proyecto un video sobre la generación espontánea en un congreso de biólogos.

    Ahora los etarras han hablado y han dicho que no. No importa, cada vez estará más claro: los etarras no eran necesarios pues las bombas las pusieron los islamistas siguiendo las consignas de don José Luis Rodríguez Zapatero, el Papa Benedicto XVI y Fidel Castro. Que lo sé de muy buena tinta.

    dijous, 19 d’abril del 2007

    NS/NC

    En contra de lo que pensaba ayer, los señores de la derecha han decidido llamarse andana respecto a las exigencias de responsabilidad política del anterior Gobierno en el juicio del 11M. Tenía entendido que las víctimas eran lo más importante y que cualquier cosa debía supeditarse a sus justas reclamaciones. Pero, a lo que se ve, las víctimas que declararon el martes en el juicio no son víctimas o sus reclamaciones no son justas. En el PP, los mandos han decidido que la exigencia de responsabilidades políticas no merece contestación, ni siquiera para decir que no ha lugar. El PP no sabe/no contesta (NS/NC).

    En la vista las cosas van quedando diáfanas. Parece que la dinamita Titadyne se ha evaporado aunque, a estas alturas, eso ya no importa mucho pues resulta claro que el Gobierno mintió todo lo que pudo en los fatídicos días 11, 12 y 13 de marzo de 2004. Eso ya lo sabíamos. Lo sabíamos en aquellos días. La frenética actividad del Gobierno, las llamadas del señor Aznar a los directores de periódicos, las instrucciones de la ministra de Asuntos Exteriores a las embajadas, la manifa convocada por el ejecutivo con la consigna de "con la Constitución" (que sólo tiene sentido si se esgrime frente a etarras, pero resulta absurda frente a islamistas) no era una campaña de información, sino de intoxicación deliberada, un intento descabellado de sustituir una realidad por un decorado, de construir un "poblado Potemkin", como se dice, con gran injusticia hacia el ministro y amante de la Zarina Catalina la Grande que no hizo lo que se le acusa de haber hecho, esto es, enteras aldeas de cartón piedra para engañar a Catalina en su viaje triunfal a Crimea en 1787. ¡Qué injusta es la vida! Los "poblados Potemkin" debieran llamarse "mentiras Aznar". Ahí es nada sacar a la calle a la gente escudándose en la Constitución para engañar a la opinión española, tras haber declarado una guerra a causa de unas armas de destrucción masiva que no existían para engañar a la opinión mundial.

    Curiosamente, cuanto más claras están las cosas en la vista oral, más las embarullan los de la conspiración. Para una parte del país, entre la que me cuento, el juicio está siendo ejemplar y poniendo en evidencia que la investigación y la instrucción también lo fueron, sin ignorar que en todas partes pueden siempre cometerse errores menores. Hasta la fecha la autoría islamista está probada y de la conexión etarra no hay ni la sombra de una prueba, salvo los recuerdos del señor Ramírez y las fantasías parapsicológicas a lo Madame Blavatsy del señor Del Pino. Para estos, por el contrario, como para sus periódicos y emisoras de radio, la que ya ha hecho aguas es la llamada "versión oficial" que, por cierto, es una expresión sorprendente: ¿versión? ¿oficial? ¿Quién la ha formulado? ¿Quién la sostiene? ¿Quién la ha hecho "oficial"? No existe una "versión oficial" como no existe una "versión conspirativa". La primera es lo que día a día va quedando claro ante un tribunal con luz y taquígrafos. La segunda, un engaño propalado con los más bastardos motivos.

    dimecres, 18 d’abril del 2007

    La responsabilidad de lxs irresponsables.

    (En este post no habrá ilustraciones por respeto a las víctimas de la barbarie del 11m).

    Desde el 11 de marzo de 2004 las fuerzas de seguridad del Estado, la administración de justicia, un sinfín de funcionarixs de otros servicios públicos y empleados de empresas privadas, una parte de los medios de comunicación, algunos partidos políticos y asociaciones de la sociedad civil y una cantidad ingente de ciudadanxs (espero que la inmensa mayoría) hemos hecho lo que hemos podido por sentar a los culpables en el banquillo y porque se haga justicia. Todxs sabíamos que, cuando arrancara la vista oral, sería como un vendaval que barrería con los hechos probados la enmarañada sarta de embustes, insidias, falsedades e intoxicaciones que se ha venido fabricando en estos tres años, conocida bajo el nombre de teoría de la conspiración, consentida, si no alentada, por el PP, alimentada por sus medios de comunicación afines, y coreada por sus auditorios. Pero creo que nadie previó la impresión que causarían las declaraciones de la víctimas.

    El hecho es que ayer depusieron las seis primeras y se hizo un silencio estremecedor en la sala y fuera de la sala. Varias de ellas exigieron la responsabilidad política del gobierno anterior. Y es el caso que a este momento, más de seis horas después de las declaraciones, el PP no se ha manifestado al respecto siendo así que, en otros asuntos, responde a velocidad de relámpago. Es de esperar que a lo largo del día de hoy haya una declaración institucional en la que este partido tendrá que pronunciarse sobre la petición de responsabilidades políticas. Probablemente habrán pasado toda la noche pergeñándola y será digno de oírse lo que tengan que decir.

    Y silencio también en sus medios. Hasta Libertad Digital titulaba el asunto del siguiente modo (y en cuerpo menor, dando cuerpo mayor a algo absolutamente irrelevante): La Asociación de Manjón pide responsabilidades al Gobierno del PP a través del testimonio de sus víctimas, que tiene mala uva, pero mucha menos de lo que es habitual en el medio.

    Esa petición de responsabilidad política, formulada por gente cuya vida (o la de sus allegadxs) ha sido detrozada tiene una fuerza moral inmensa. La cuestión, pues, no es ella misma, sino cómo se lo van a tomar lxs directamente aludidxs. Por Libertad Digital ya tenemos un indicio: desacreditándola, tratando de mostrar que está motivada por intereses políticos. Y, lo dicho, ya veremos cómo reacciona el PP.

    ¿Y qué esperanza hay de que quienes han probado ser unxs irresponsables asuman responsabilidad alguna? Escasa a mi entender, pero es bueno que quede de manifiesto. Porque ahora han dado en la flor de decir que ellxs (esto es, el PP y todxs y cada unx de sus dirigentes) jamás compartieron la "teoría de la conspiración". La verdad, da un poco de vergüenza ver con qué desparpajo mienten la señora Aguirre y lxs demás. Todo el mundo ha visto que llevan tres años esgrimiéndola y no se inmutan al negar la evidencia.

    Desde luego, pueden afirmar contra toda evidencia no haber estado en la teoría de la conspiración. Lo que no pueden negar es que gobernaban el 11m y en los años anteriores y que las pruebas de que aquel gobierno fue un desgobierno son ya abrumadoras.

    En qué están los medios de la derecha se sabe de sobra: en seguir con la susodicha teoría en cualquiera de sus fantásticas versiones. Me precio de haber avisado, a la vista de la última entrevista de ETA, que el párrafo sobre los "ataques armados" del 11m llevaba mala baba e invitaba a intervenir a los de la conspiración, dando a entender que, despúes de todo, pudiera haber alguna implicación etarra. Y este finde el señor Ramírez ha cogido la invitación al vuelo y nos ha enjaretado la enésima versión de la fábula, con una prueba incontrovertible que se ha sacado de la memoria. La conexión mental ETA-Ramírez ha funcionado a la perfección.

    Pero la exigencia de responsabilidad política retroactiva es una carga de profundidad. Porque hasta lxs irresponsables son responsables. Con razón trataron por todos los medios de que no se celebrase la vista oral. Van a salir escaldadxs.


    divendres, 13 d’abril del 2007

    El club de los políticos embusteros.

    Ayer hubo guerra de comunicados a raíz de las declaraciones en sede judicial de quienes eran los mandos de la policía durante las jornadas sucesivas al atentado del 11M, y de las que se sigue lo que todxs sabíamos: que el Gobierno mintió en aquellos días cruciales para apañarse las elecciones. El PSOE emitió una declaración institucional, aprobada por su Ejecutiva, en la que se exigen las pertinentes explicaciones del PP, diciendo que este partido está en deuda con los españoles y con la verdad.

    De inmediato contraatacó el PP con otro comunicado en el que, cómo no, saca a relucir a los GAL y afirma que el PSOE en general y el señor Blanco en concreto mienten. Es decir, acusa al PSOE de lo que el PSOE acusa al PP. Según los populares, los mandos policiales corroboraron las palabras del entonces ministro del Interior, señor Acebes. Así dice él mismo también, que trasladó fielmente a la opinión lo que los policías le dijeron. Pero vuelve a mentir como dice hoy El País en un durísimo editorial llamado Siguen mintiendo. Hay que ver, por cierto, qué inteligente medida fue la de boicotear a ese periódico; menudo favor le han hecho. Para mayor sarcasmo, obsérvese que el diario que el Comunicado del PP cita para probar que el señor Blanco miente es...El País. Vamos, que es de risa: los humildes militantes que siguen las consignas teniendo que leer La Razón o El Mundo y los barandas del partido, con El País.

    A título de digresión: ¿a qué mola pensar en qué hubiera pasado si el PP llega a ganar las elecciones del 14M? De entrada, seguramente no habría aún juicio del 11M y no se acabaría procesando a nadie ni se sabría jamás la verdad. Las radios y las televisiones públicas en manos de esbirros y comisarios políticos, como lxs que ya operan en TeleMadrid, una emisora de partido financiada con dinero de todos.

    Por lo demás, para demostrar que el PP sigue mintiendo, sostiene El país, contamos con las imágenes grabadas y las hemerotecas. Doy fe. Las imágenes y las hemerotecas dicen que Acebes no hizo sino mentir en aquellos días. Pero, para las imágenes habrá que ponerse a buscarlas porque los videos que estaban colgados en You Tube y en los que se veía a lxs señorxs Acebes, de Palacio y Aznar mintiendo como bellacxs han desaparecido; alguien los ha retirado. Se admiten apuestas.

    Y, sin embargo, el asunto va a más a velocidades de vértigo. Una de las acusaciones planea pedir la responsabilidad civil directa del Estado en la catástrofe y no se descarta la posibilidad de pedir la penal de quien corresponda y que, desde luego, parece pillar de lleno a los señores Díaz de Mera, Astarloa, Acebes , Rajoy y Aznar; la cadena de mando de entonces, los presuntos responsables de negligencia antes de la masacre y de falsedad después. Y, si se acepta la responsabilidad civil del Estado, obviamente el Estado tendrá que pedir la de los susodichos señores. O sea, que se les está cayendo el pelo. Y a todxs porque, si se declara la responsabilidad directa del Estado, éste -es decir, todxs- tendremos que pagar una cantidad estratosférica a las víctimas. Así que, con el Prestige y el Yakolev, el gobierno de estxs engreídxs ineptxs puede costar al país un pastón.

    Y, ya puestos, las continuas maniobras de estos tres años para obstaculizar la investigación policial y la instrucción judicial, ¿no pueden calificarse de obstrucción a la justicia?

    dijous, 12 d’abril del 2007

    La hora de la verdad.

    Con razón no quería el club de la conspiración que se abriera este proceso del 11m. Con razón prefería seguir con la Comisión parlamentaria, donde podía enredar lo que quisiera. ¿Se acuerda alguien de la comparecencia del señor Aznar? ¿De las intervenciones del señor Zaplana y de las risas que se gastaba? Como, al parecer, en sede parlamentaria se puede faltar a la verdad a bulto, el señor Díaz de Mera se despachó a gusto.

    También prefería los medios de comunicación, donde podía largar lo que le viniera en gana, sin tener que probar nada. En la COPE, el señor Díaz de Mera fue contundente: había conexión ETA, pero el Gobierno y los funcionarios de Interior estaban ocultándola. Y valiéndose de los medios, y con la activa participación de estos, se montó una especie de juicio paralelo, cambiando de acusados, desviando la atención, interfiriendo, confundiendo, a ver si conseguían que no se pudiera averiguar nada.

    Con razón, sí señor. Han sido tres años exasperantes, tres años aguantando que unxs desaprensivxs pusieran en duda la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de la administración de justicia. Tres años de patrañas, embustes, mentiras, insinuaciones, difamaciones...En verdad, ha sido tremendo.

    Con razón querían evitar este proceso, porque en él ya no se puede seguir embarullando. Lo que se dice, hay que probarlo in situ, ante el tribunal, ante todo el mundo, so pena de que a uno lo multen y hasta lo procesen. Y lo que se ha visto ya es demoledor: no hay vinculación alguna entre ETA y el atentado, ni Cristo que lo fundó, y el Gobierno sabía desde el mismo día 11 de marzo por la tarde que habían sido los islamistas. (Por cierto, exactamente igual que en Irak no había armas de destrucción masiva y el señor Aznar lo sabía perfectamente cuando pedía a sus conciudadanos que creyeran lo contrario bajo palabra suya. Palabra de Aznar). No obstante, el Gobierno decidió seguir mintiendo, a ver si conseguía ganar las elecciones tres días más tarde. Mentir descaradamente a 40 millones de personas. En verdad, no sé si se puede encontrar algo parecido en la historia de la Humanidad. Porque en esa historia se han visto granujadas colosales y estupideces descomunales; pero no me parece que alguna vez se haya intentado una granujada colosal que fuera al tiempo una descomunal estupidez.

    Y ¿qué me dicen del hecho de que estos incompetentes bribones lleven tres años abroncando a lxs demás e insultándolxs, como si les quedara alguna autoridad moral?

    Ni titadyne, ni ácido bórico, ni Mondragón, ni ETA, ni naranjas de la China. Ahora se entiende mucho mejor esa última obsesión con ETA, proceso de rendición, España se rompe, De Juana y De Juano: cortinas de humo para que la gente no repare en el vergonzoso intento de ganar unas elecciones mintiendo a un país entero sobre la autoría de una espantosa masacre. ¿Se puede ser más inmoral?

    El señor Rajoy, quien el 13 de marzo de 2004 decía en el día de reflexión en El Mundo (¿en dónde, si no?) que tenía la "convicción moral de que había sido ETA", sabía desde el día 11 de marzo por la tarde que no había sido ETA. ¿Qué idea de la moral tiene este hombre? Tengan la que tengan él y sus secuaces, han quedado descalificados para toda acción pública. Lo único que pueden hacer en lógica democrática es abandonar la vida política, dirigidos, como siempre, por Aznar, una vez que éste haya explicado qué está tramando con los rusos, probablemente en perjuicio de su país.

    dimecres, 11 d’abril del 2007

    Gambito de peón.

    El señor Díaz de Mera se hunde cada vez más en el cieno de sus mentiras. Para salvar el pellejo ha hecho un gambito de peón, ha decidido desvelar el nombre de su supuesta fuente en una carta dirigida al juez Gómez Bermúdez repleta de autoexculpaciones. Pero resulta que no se ha secado el tonner de la impresora en el escrito y ya la supuesta fuente ha redactado a su vez un informe afirmando que jamás dijo al señor Díaz de Mera lo que el señor Díaz de Mera dice que le dijo. Buen final para la sarta de embustes y cuentos de la conexión islamoetarra.

    Ayer, el señor Rubalcaba, ministro del Interior, le largó un rotundo (pero suave en la forma) doble mentís por las cámaras de la tele, que es por donde se expresan hoy los políticos en lo que Bernard Manin llama "democracia de audiencias".

    Visto que es la palabra del señor Díaz de Mera contra la de "la fuente", yo invitaría a los dos a un plató de televisión a un sencillo careo. Porque, de momento, el único que ha acudido a sostener el crédito del señor Díaz de Mera es el señor Zaplana, y ya me dirán Vds quién sostiene el crédito del señor Zaplana.

    dimarts, 10 d’abril del 2007

    El juicio y la conspiración.

    Lo sabía, lo sabía. Los de ETA dicen que el 11-M fue un "ataque armado" y ya estaba ayer El Mundo con un editorial en que se leía que:

    "Estas palabras no son ni mucho menos la pistola humeante que demuestre la intervención de ETA en el 11-M, pero ponen en evidencia su condición de gran beneficiaria de lo ocurrido. Ninguna investigación policial o judicial debe soslayar la lógica del Cui prodest". Como el juicio del 11-M se ha reanudado y sigue triturando todas las patrañas conspirativas, ya no cabe ni insinuar que ETA fuera la responsable de la masacre. Pero se dice que se ha beneficiado de ella, que es un modo de decir que no fue ETA pero sí fue ETA. ¿Podría alguna de esas lumbreras explicar en qué haya beneficiado a ETA la atrocidad del 11-M?

    Ciertamente, sostener que ETA es beneficiaria del 11-m no se tiene de pie, pero sí lo da para seguir enhebrando memeces de la teoría de la conspiración. Léase otro trozo del editorial:

    «a lo largo de estos tres años, hemos denunciado el empeño del instructor, la Fiscalía y los mandos policiales en echar tierra encima de cualquier indicio que condujera a la banda. Circunstancias como el robo de un coche en el callejón de Trashorras o la relación de islamistas y etarras en las cárceles se han amortizado sin que nadie haya querido profundizar en ellas. El acoso al que han sido sometidos los peritos que redactaron el informe del ácido bórico revela hasta qué punto Interior ha desatado una caza de brujas contra aquél que relacione a ETA con la masacre».
    Es increíble, ¿verdad? Otra vez todos los capítulos de ese ínfimo serial, sin ahorrarnos ni el ácido bórico.
    Llegará el final del juicio, los culpables que estén vivos serán condenados, se habrá probado en sede judicial que fue un delito de exclusiva factura islámica y estxs atorrantes seguiran fabulando desaguisados, esparciendo sospechas, deslizando calumnias.

    Después de que el supuesto "garganta profunda" haya declarado que jamás dijo al señor Díaz de Mera que hubiera contacto alguno entre islamistas y etarras, resulta evidente que el señor Díaz de Mera mintió en el tribunal. Dado que compareció como testigo y no como acusado, no tenía derecho a mentir y, en consecuencia, sería bueno que el tribunal iniciase los pasos para empapelarlo por falso testimonio, además de por desobediencia cuando el Parlamento Europeo levante la inmunidad.

    Pero, vamos, lo sensacional es cómo presenta la crónica del juicio Libertad Digital. Según se van sabiendo más cosas en la sala, van aumentando las dudas del señor Del Pino. A esta paso, sus dudas acabarán teniendo la envergadura de una sequoia. Lo sorprendente en verdad es que haya gente que esté tragándose eso.

    dilluns, 2 d’abril del 2007

    La memez que no cesa.

    ¿Creía alguien que después de la indescriptible comparecencia del eurodiputado del PP Díaz de Mera ante el tribunal del 11-M remitiría la campaña de embustes acerca del atentado? Está claro que no. Con motivo de la filtración del contenido del informe de los peritos sobre la substancia que estalló el 11-M, el director de El Mundo se ha sumado al inspirado fabulador Del Pino para seguir dando la matraca. Como hasta el próximo día 10 de abril no está prevista la reanudación de las sesiones del juicio, vamos a tener una semana larga de insidias, mentiras, especulaciones sin fundamento, pura basura verbal, que es el contexto en que gustan moverse estos pájaros: sospechas, acusaciones, suposiciones; el caso es que no pueda contrastarse nada con veracidad.

    Aspiran a que se olvide la negativa de Díaz de Mera a revelar en sede judicial las fuentes de las calumnias que lleva propalando tres años. Y a que se mitigue el efecto destructivo que tal comportamiento produce en las aspiraciones electorales del PP que es, en definitiva, la alta misión de gentes como Ramírez, Jiménez o Del Pino. Esta vez lo llevan crudo porque el comportamiento de Díaz de Mera recibe críticas de sus propias filas. Germán Yanke se pregunta en Abc cómo un tipo así ha podido ser Director de la policía. Y, más en mi onda, José Antonio Labordeta, en una entrevista en El Plural lo llama "sinvergüenza", calificativo que me parece muy ajustado y, por supuesto, extensible a todxs quienes, en los últimos días, han salido en defensa de este pillastre.

    Pillastre por pillastre, nueva andanada de fabulaciones de Del Pino y Ramírez. Vienen a decir que las bombas de Atocha fueron cosa de ETA y que hay una conspiración en la que participan muchos funcionarios de interior y políticos del PSOE para ocultar el hecho de que el atentado se planeó fríamente a fin de cambiar el gobierno en favor del PSOE (tesis de Aznar), con lo que éste está en deuda con los terroristas y ello explica su proceso de "rendición", según los columnistas ultras de Libertad Digital.

    Este conjunto de falsedades y mentiras, siempre apoyado en liadísimas circunstancias, pruebas incontrovertibles, contradicciones indubitables de la instrucción y el proceso, en fin, puras invenciones, cuando no falsificaciones directas, trata de salvar la cara al PP y hacer perder las elecciones al PSOE invirtiendo la carga de la responsabilidad. Porque si hay aquí algún responsable político de la matanza de Atocha son lxs ineptxs que gobernaban entonces, con Aznar a la cabeza, lxs del Prestige, lxs del Yak 62, unxs verdaderxs inútiles quienes, a pesar de las reiteradas advertencias que se les hicieron, fueron incapaces de impedir que se perpetrara la salvajada. Razón por la cual pienso que, además de la responsabilidad política, hay una responsabilidad penal por negligencia.

    Si alguien quiere ver el grado de ignominia a que puede llegarse en esta historia, que eche una ojeada al video que algún anónimo colgó en You Tube a fines de octubre de 2006, ilustrando la teoría de la conspiración. El video mezcla escenas escalofriantes con las memeces conspirativas habituales, sostiene haber identificado a un etarra como autor material del atentado, dice que la policía y el gobierno mienten y termina enlazando este discurso con una intervención parlamentaria del senador García Escudero, del PP, en el que acusa al señor Rodríguez Zapatero de lo mismo que lxs sinvergüenzas que han colgado el video, llamado Adiós Zapatero, traga sapo.
    El video anónimo ha recibido al día de hoy casi 1.300.000 visitas que han podido escuchar una de esas fabulaciones aparentemente fundamentadas en análisis científicos e imparciales. Igual que hoy, la supuesta filtración de un supuesto informe del que no sabremos nada cierto hasta el día 10 de abril, permite a dos de los principales propagadores de la teoría de la conspiración, Del Pino y Ramírez, lanzar sendas andanadas contra el Gobierno, la policía, los jueces, El País y el Abc basadas, claro es, en datos muy científicos. Tan científicos, por lo menos, como el ácido bórico.

    Por cierto, a este video anónimo le salió al paso el mismísimo Del Pino en diciembre de 2006 con otro video, llamado Respuesta a "traga sapo" en el que hablaba de que el primero es una falsificación y la identificación del etarra, un cuento. Pero, al mismo tiempo, se hace una exposición detallada del meollo de la teoría de la conspiración en clave más bien ideológica: antes del 11-M ETA estaba agónica; después del 11-M, está exultante. ¿Se entiende? El señor Rodríguez Zapatero consiguió el poder gracias a ella y ahora se apresta a devolver el favor centrifugando a España.

    Como bien sabemos, siempre que se produce una catástrofe de las dimensiones del 11-M surgen orates con interpretaciones secretas, apocalípticas, auténticas, disparatas, etc, etc. Basta ver las que hay sobre las Torres Gemelas. Pero no sé si alguna vez se ha dado una mezcla tan clara de alucinación y mala baba al servicio de la derecha, con el fin de torcer el curso de la justicia.

    diumenge, 1 d’abril del 2007

    Pues va a ser que no.

    Ayer, varios medios digitales de izquierdas, progresistas, se hacían eco de una noticia, según la cual, Luis del Pino, en el post de su blog correspondiente al jueves, reconocía que los atentados de Atocha no habían sido obra de ETA. Lo interpretaban como una prueba de que, habiendo quedado al descubierto ante el tribunal la infamia de Díaz de Mera, la teoría de la conspiración se tambaleaba y uno de sus principales artífices recogía velas bajo el título de Desplazamiento de foco, dejando a sus peones negros tan desvalidos como el rebaño sin pastor ni perro.

    Me temo que no es así. Lo que el post de Del Pino decía era que la teoría de una hipotética colaboración entre los islamistas y ETA había quedado desahuciada, desmentida por los hechos. No se decía que no hubiera sido ETA la culpable, sino que, al contrario, se exculpaba a los islamistas:

    "Y lo que está en cuestión no es si ETA colaboró con esta panda de pringados que nos presentaron desde un principio. Lo que está en cuestión es que esta panda de pringados tenga algo que ver con la masacre del 11 de marzo."
    Lo explica con mayor detenimiento en su post de ayer mismo, titulado La agonía de una patraña y en el que, al hilo de los informes sobre el análisis de las muestras de los explosivos que estallaron en los trenes y a los que Libertad Digital parece haber tenido acceso antes, incluso, que el juez, dice que:
    "La película de los hechos se va completando. Aquella mañana del 11 de marzo, estalló en los trenes un explosivo que tenía nitrato amónico, nitroglicol, nitroglicerina y dinitrotolueno. Los análisis realizados a primera hora habrían arrojado la presencia de esos componentes, pero alguien tomó la decisión de ocultar aquellos datos que apuntaban a ETA (porque esos cuatro componentes forman parte, entre otras dinamitas, de la Titadyne) y volcar las elecciones sacando las pruebas falsas necesarias para poder responsabilizar a algún cabeza de turco con perfil islamista."
    Por supuesto, si la noticia sólo ha aparecido hasta la fecha en Libertad Digital puede tener tanto que ver con la realidad como la llegada del Anticristo. Pero, en todo caso, queda claro que los de la conspiración no recogen ni una sola vela. Al contrario, lo que dicen es que los islamistas detenidos son inocentes, cabezas de turco de los verdaderos autores que, según parece son los etarras con la complicidad de una serie de funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado, así como políticos del PSOE.

    No me dirán que no es fabuloso: ETA comete un atentado que no reivindica en colaboración con los políticos del PSOE y con la complicidad de prácticamente todos los mandos de la policía a las órdenes del PP, empezando por Díaz de Mera, que pasó las 24 primeras horas al pie mismo del atentado.


    Al hilo de una comentario de "carmen", que dice: "Lo más fabuloso es que suelta esta impresionante teoría sin aportar la mínima prueba". Diré más, como si fuera Hernández y Fernández en Tintin: con todas las pruebas en contrario. Ninguno de los acusados tiene coartada. Es decir, todos estaban donde la policía dice que estaban e hicieron lo que la policía dice que hicieron. Bueno, pues los culpable son ETA, los funcionarios del ministerio del Interior (excluidos los políticos del PP, por supuesto) y los dirigentes del PSOE. Estoy de acuerdo con Carmen en que lo preocupante no es que haya sinvergüenzas propalando estas imbecilidades; lo preocupante es que alguien las crea.

    dissabte, 31 de març del 2007

    Y lxs políticxs de la derecha.

    Después de que un grupo de sinvergüenzas lleve tres años haciéndose rico a base de propalar las mentiras y patrañas más estúpidas sobre el atentado del 11-M, tomando a la población española por una colección de necixs; después de tener que aguantar documentales de TeleMadrid en los que un tipo deleznable desprestigia y pone en solfa las investigaciones de cientos de funcionarios, policías, fiscales, jueces, en base a fábulas amarillas sacadas de la prensa amarilla; después de ese mismo tiempo soportando la chulería grosera de los locutores de la COPE que atacan todo lo que tiene dignidad en el país y ensalzan todo cuanto es indigno; después de escuchar a los obispos auténticas barbaridades antidemocráticas y verlos aplaudir las manifas de la derecha como si trataran de volver a invocar la cruzada.

    Después de todo eso sólo faltaba ver a este sujeto, Díaz de Mera, tratando de colocar sus mentiras en sede judicial y refugiándose luego en un chapucero "secreto de confesión", pretextando no querer revelar las fuentes cuando es obvio que no tiene ninguna y que todo son cuentos inventados para atacar el proceso del 11 y subvertir el curso de la justicia.

    Quien quiera saber qué clase de individuo es Díaz de Mera, a quien El Mundo, probablemente por afinidades electivas, considera un hombre de honor, sólo tiene que escuchar la entrevista que le hicieron al alimón Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos para La Mañana de la Cope . De eso hace ahora seis meses. Corrían otros tiempos, la apertura de la vista oral del proceso quedaba lejana y a este truhán, que había sido Director General de la Policía y es ahora eurodiputado del PP, se le calentaba la boca soltando infamias e insidias de todo tipo y mentiras sobre la fabulosa conexión islamo-etarra, jaleado por Ramírez y Losantos. Y no se pierdan el cuidadoso interrogatorio sobre explosivos a que el señor Ramírez somete en antena a este individuo, subrayando su condición de Director General de la Policía con "amplia experiencia", cuando es evidente que, como licenciado en Historia y nombrado a dedo para el cargo, no tiene ni idea de lo que habla; pero lo hace con aplomo, como si supiera distinguir la dinamita del regaliz.

    Y ahora, cuando tiene ocasión de probar sus acusaciones e insinuaciones, pretexta compungido temores sobre la integridad física y/o moral de su supuesta fuente para dar a entender a la desesperada que la tal existe cuando existe tanto como los burros voladores. Una técnica típica de tramposo que ya está costándole cara por cuanto acabará procesado por desobediencia. Imagino que, cuando la Eurocámara reciba el correspondiente suplicatorio, levantará la inmunidad de este embustero para que quede bien clara su condición.

    Y, de paso, queda también clara -si alguna vez no lo estuvo- la catadura moral de todxs lxs que han estado tres años fabulando memeces para enturbiar las investigaciones e impedir que se haga justicia, porque, con la justicia, replandecerá la verdad y, con la verdad, el comportamiento de lxs gobernantes del PP en el momento del atentado del 11-M, intentando un engaño en masa a la ciudadanía española con el fin de ganar las elecciones tres días después sobre más de 190 muertxs y 1000 heridxs.

    En mi opinión, la insólita crispación que vienen azuzando en los últimos tiempos está movida por la repugnancia que se producen a sí mismos.

    divendres, 30 de març del 2007

    11-M: el misterio del informe evanescente.

    El señor Díaz de Mera se ha lucido en el juicio. Tres años acusando al Gobierno de ocultar un tremebundo informe que prueba la ETA conection y cuando puede mostrarlo con luz y taquígrafos, a los ojos de todo el mundo, para poner de relieve la inverecundia gubernativa y sustentar con poderoso brazo las sospechas de la autoría etarra en la masacre, resulta que el informe no parece, que él no lo ha visto, que ni le suena, sino sólo en su "música general" y que ni siquiera puede decir el nombre del colega que le habló de él, con lo que ahora se arriesga a que lo procesen por desobediencia, ocultación y qué sé yo cuantas galopinadas más. Todo un señor eurodiputado; del PP, claro es.

    El asunto es ya tan lamentable que hasta su partido, como su desodorante, lo ha abandonado. El señor Rajoy le pidió que colaborara con la justicia y ni el señor Acebes, aunque lo intentó, pudo retorcer las cosas, como acostumbra, para exonerar a este acusador sin pruebas (o sea, a este presunto calumniador) y conseguir que alguien dé la cara por él. Cosa difícil, al haberse puesto el hombre solito en una posición insostenible. Hasta el sindicato mayoritario de la policía, intentado echarle un capote corporativo, ha venido a decir que quien le dio la información sobre la conexión de ETA lo engañó. No sé si hay una imagen más patetíca que la de un policía engañado.

    Al final, la defensa del señor Díaz de Mera ha quedado encomendada a la gárrula procacidad del locutor obispal quien, con su habitual comedimiento, dictaminaba ayer que el ministerio del Interior está en manos de gangsters ¿Por qué será que a mí me parece que lo que está en manos de gangsters es la emisora COPE?

    Comprendo la desazón que afecta a las gentes que se han tragado o han encontrado convincentes las patrañas, embustes, insidias y mentiras que llevan tres años soltando los medios y el partido de la derecha sobre el 11-M. Con lo que ya sabemos del juicio es patente que la mentira de la conexión etarra es eso, mentira.

    Pero hay más. El desarrollo del juicio no solamente ha probado ya que la fábula de ETA no se tiene de pie, sino que lo está probando de forma muy cómica. Porque es cómico montar una campaña contra un Gobierno basada en una mentira y en una mentira estúpida ya que, curiosamente, ese informe sí existe, pero obra desde el principio en poder del juez de instrucción Del Olmo y en él se dice justamente lo contrario de lo que anda propalando el señor Díaz de Mera desde hace tres años, esto es, que no hay conexión alguna entre ETA y el once de marzo.

    Este Díaz de Mera no parece tener muchas luces.