diumenge, 17 de setembre del 2017

El periodismo basura

El periodismo se convierte en basura cuando los que lo hacen son tan partidistas, sesgados, parciales que mienten hasta cuando tratan de ser objetivos. El titular de "El País" es falso, ideológico y absolutamente parcial. El separatismo no une fuerzas ante la aplicación de la ley por dos razones:

Primera: no es la ley lo que se aplica en Cataluña sino una desaforada arbitrariedad con fines intimidatorios. Los registros, las incautaciones de materiales del referéndum por la Guardia Civil no son la ley sino un abuso de poder. La  administración no sabe cómo frenar o terminar con un movimiento que ella fue la primera en poner en marcha mediante medidas políticas demagógicas y autoritarias.

Segunda:  el separatismo no une sus fuerzas porque estas no han estado desunidas nunca. Precisamente es la unidad desde el principio la baza mayor para el logro del objetivo independentista.

Un mediano conocimiento de la situación en Cataluña hubiera llevado al diario a hacer una redacción más ajustada a la realidad, algo así como: "Las arbitrariedades en contra del independentismo permiten que este haga una exhibición de fuerza y unidad.

Pero, claro, entonces se trataría de informar de la realidad de modo objetivo. 

La lid en la tele


Breve pero enjundiosa reseña del programa de TV3 en el que Palinuro participó ayer. Hubo otros momentos no menos significativos, `pero los aquí reflejados son suficientes para hacerse una idea del asunto. Venía el dicho Palinuro de una xerrada al aire libre en compañía de Anna Serra (CUP), Albano Dante Fachín (Podem) y Teresa Jordà (ERC) en Plaça Fort Pienc sobre la República catalana, de debatir con los vecinos del lugar y quienes quisieron acercarse sobre la situación particularmente crítica que vive Cataluña en defensa del referéndum el 1 de octubre ante los ataques del gobierno central. Y la verdad es que no estaba muy de humor para andar con paños calientes con la huera propaganda de la gente del PP por muy ministros que hubieran sido. El contraste era excesivo. Cataluña está viviendo un estado de excepción encubierto, como corresponde a estos franquistas vergonzantes, que no se atreven a reconocer su amor por Franco pero, en cuanto pueden, le imitan en todo

Aquí, la reseña del programa, aunque estoy seguro de que habrá un enlace en algún lugar de la red.

A veces me preguntan por qué no me invitan a ningún medio audiovisual español. En este programa está la respuesta. Las cosas que en él dije solo pueden decirse en Cataluña.

dissabte, 16 de setembre del 2017

El argumento del matón

El empeño del independentismo de celebrar un referéndum perfectamente legítimo para averiguar qué desea el pueblo de Cataluña esta revelando las miserias de la hasta ahora larvada dictadura española, oculta tras una leve pátina de democracia que se cae a trozos a marchas forzadas. Era muy fina la pátina y muy escaso su alcance, pero gozaba de la complicidad de los medios de comunicación, las elites políticas y económicas y la complacencia de la oposición. Creían que con dos o tres concesiones harían pasar por democracia y Estado de derecho lo que no era -y es- más que la arbitrariedad de un gobierno no sometido a control parlamentario real sino solamente ficticio, que domina los medios de comunicación públicos empleándolos como maquinaria de propaganda, interfiere en la administración de justicia, pone a su servicio el poder judicial y trata de ocultar un estado de corrupción galopante que ha podrido el conjunto del sistema hasta el punto de su más absoluta deslegitimación.

Ayer mismo se supo que otro exministro del presidente de los sobresueldos, el pío y devoto Ruiz Gallardón, empeñado en salvar a las mujeres del maligno a base de prohibirles el aborto, como anhela la Iglesia católica, está imputado en un presunto latrocinio de 70 millones de Euros. Rezan a Dios y roban al pueblo. Si hay una imagen típica de un sepulcro blanquedo es la de este modoso caballerete que según parece, se dedicó a vaciar las arcas municipales en su beneficio y el de sus compis de partido estatales, autonómicas y provinciales. Rajoy cuenta ya con tres exministros en diversos trances procesales: Ana Mato, José Manuel Soria y Alberto Ruiz-Gallardón. Si añadimos el mismo presidente -sospechoso de cobrar sobresueldos en B-, Ángel Acebes, Rodrigo Rato, Federico Trillo y otros peces menos gordos pero no menos voraces, entenderemos que algún juez haya considerado el PP como una presunta organización de malhechores y probablemente se quede corto ya que ese partido parece más una organización criminal dedicada literalmente al saqueo de España.

Todo esto y muchas más tropelías están saliendo a la luz gracias a la actividad del independentismo catalán, confirmando una vez más la tesis de Palinuro de que Cataluña es la única oposición real a este régimen putrefacto de la oligarquía tradicional de incompetentes en España. Los otros partidos parlamentarios solo son la lamentable muestra de la impotencia de una izquierda que carece de todo horizonte ideológico, por haberse puesto literalmente al servicio de la oligarquía franquista hoy gobernante.
Al frente de este contubernio de mafiosos se encuentra un hombre como Rajoy, cuya integridad moral está a la misma bajura que su coeficiente intelectual. Solo teniendo esto presente puede entenderse que haya tenido el desparpajo -y la prensa lacaya la servidumbre de llevarlo a portada, convencida de que se trata de un hecho democrático- de emplear el típico argumento del matón del barrio que amenaza a quienes quieren hacer algo que a él no le gusta con partirles la cara. Su razonamiento es justo el mismo que el del sobresueldos.

1.- Señalo los límites de la acción política justa como me da la gana.
2.- Lo llamo "legalidad".
3.-Te empeñas en hacer algo que la sobrepasa
4.-Me veo obligado a partirte la cara.
5.- La culpa de que yo te parta la cara la tienes tú. No quería, pero no tuve más remedio.

Rajoy sigue cometiendo todo tipo d desmanes: cobrar de caja B y mentir a la ciudadanía, esquilmar el fondo de las pensiones y dejar descapitalizados los servicios públicos para privatizarlos y que sus amigos hagan negocios, financiar los gastos que genera la atención de su padre, gran dependiente, con dineros públicos que niega a los demás.El problema es que, como todo, le importa un rábano pues él lo que quiere es pasearse por la plaza de su pueblo.

El rasgo más obvio del gobierno de Rajoy es el abuso poder  que está formulado en ese argumento del matón: tu mera existencia es una provocación en toda regla porque te aferras a unos derechos que yo no te reconozco. Por lo tanto me veo obligado a machacarte, pero la responsabilidad del machaque es tuya.

Hoy Palinuro en debate en la plaza pública


En estos agitados días en Cataluña en general y Barcelona en concreto la guardia civil entra en las redacciones de diarios y revistas y confisca material de propaganda y publicidad por orden de ls superioridad, esto es, persigue "delitos" de opinión, como en el franquismo. Con ello, ya no se puede estar seguro de si los actos públicos pacíficos se celebrarán en donde estuvieran celebrándose habitualmente o en el correspondiente cuartelillo de la Benemérita.

Haga usted una complicada transición para encontrarse en la misma situación o quizá peor de la dictadura, con policías por doquier, registrando domicilios y empresas e identificando a la gente en la calle en persecución de disidencias ideológicas. Porque se puede disfrazar a la mona como se quiera, pero mona será siempre.  Perseguir ideas políticas es perseguir ideas, labor de censores y lacayos.

El acto previsto para hoy está alegremente concebido como una charla en la vieja tradición del foro al aire libre. Participan en él personalidades de la vida pública catalana del momento de distintas orientaciones de la izquierda, Anna Serra, de la CUP, Teresa Jordá, de ERC y Albano Dante Fachín, de Podem, y servidor que no milita en organización alguna pero simpatiza con todas las anteriores en un empeño común por asegurar la celebración del referéndum del 1/10, derecho de la ciudadanía.

Discrepo de la pregunta del título. No debe ser República Sí o No, dando por supuesto que el resultado del actual movimiento pudiera ser otro, sino República Sí o Sí. La República catalana carece de alternativa porque ella misma es la alternativa a una monarquía antidemocráticamente impuesta y mantenida. El hecho de que esa alternativa pueda debatirse en Cataluña pero no en el resto del Estado, en donde no se cuestiona la legitimidad de la Monarquía, es la prueba más evidente de las diferencias entre Cataluña y España. Cataluña es esencialmente republicana y ese rasgo es el que convierte el referéndum en algo intragable para el Estado español. Si el referéndum no diera lugar a una república es posible que el Estado no se opusiera a él. Pero pone en peligro la continuidad de la Monarquía y por eso quieren prohibirlo.

Nos vemos a las 19:00 en la Plaça Fort Pienc.

divendres, 15 de setembre del 2017

Estado de desobediencia

Amenazas, amenazas, amenazas. El gobierno amenaza a la Generalitat con inhabilitaciones y otras penas (con confiscaciones patrimoniales incluso). El Fiscal general (o sea, el gobierno), amenaza con detener a los alcaldes indepes que no comparezcan a declarar. La policía (de nuevo el gobierno) amenaza a los ciudadanos con multarlos, por lo menos, si hacen campaña por el referéndum. Los medios de comunicación (otra vez el gobierno; todo en España es el gobierno) amenazan a los independentistas con campañas de difamación. Correos (el gobierno) con no tramitar los envíos indepes. La compañía de electricidad (más gobierno) con cortarles el suministro. Los jueces (gobierno, claro) amenazan a los justiciables catalanes si no desobedecen a sus autoridades legítimas. Lo que faltaba por ver era a jueces exigiendo no la obediencia, sino la desobediencia. Es extraño que los curas no amenacen también con la excomunión, quizá porque los curas catalanes simpaticen con la causa indepe. 

Cataluña vive en el sobresalto de una amenaza permanente. Desde el president hasta el último pagès se juegan todo tipo de procesos y represalias. Y no de forma esporádica, sino  de forma permanente y continua. Están prohibidos los actos públicos, las reuniones, las asambleas y cualquier tipo de actividad colectiva que sirva para cometer el nuevo delito que el PP se ha inventado de apología del referéndum. Están prohibidas las manifestaciones orales o escritas de apoyo al referéndum ilegal, que es ilegal porque así lo quieren quienes lo formularon. Es decir, está prohibida la libertad de expresión y hasta la invocación de esta. El PP ha recuperado los delitos de opinión como en los mejores tiempos del caudillo. Cualquier acto, por inocuo que parezca, estará prohibido si se orienta a promover el referéndum. Prohibido bajo todo tipo de amenazas. Como la derecha ya no puede echar mano de los militares, lo hace con los jueces y, una vez que estos parecen resistirse porque  se han rebelado, con la Fiscalía.

El problema con las amenazas es que, si no se cumplen, pierden su eficacia. Y tal es la situación en que se encuentra un gobierno que recurre a ellas, pero no puede materializarlas porque el alcance del  movimiento independentista y la vigilancia exterior no lo permiten. Puigdemont, al alimón con Junqueras, ha inaugurado la prohibida campaña por el referéndum ante más de ocho mil personas en un espacio público, sin que la policía haya dado cumplimiento a las amenazas de sus cargos políticos. Esa ha sido la señal de salida. De aquí al 1/10 se sucederán más actos públicos de todo tipo, todos ellos consistentemente declarados ilegales, pero que ninguna ley en vigor, ni la Constitución pueden ya evitar.

Interesante es observar que la autoridad y legitimidad de este gobierno de Rajoy  y este partido socialista en la oposición son inexistentes. Un partido, supuesta asociación de malhechores, con más de 700 diputados imputados no está en la mejor posición moral para enfrentarse con éxito  a la Satiagraha gandiana en contra la dominación española. Cada día que pasa, un nuevo escándalo de corrupción hunde aun más su ya inexistente crédito. Ayer se anunció que aquel devoto pájaro que pretendía salvar a las mujeres de la "esclavitud" del aborto prohibiéndolo en nombre de la dignidad femenina, Ruiz Gallardón es imputado por haberse llevado presuntamente los millones a puñados en el caso Lezo. A dios rogando y con el mazo robando. El otro partido dinástico lleva una temporada en el dique seco de la oposición pero, en donde ha podido, como en Andalucía, también ha metido la mano. Y estos dos partidos en tan reñida competencia, tienen que aliarse para conseguir un objetivo (eliminar el "problema catalán") que ni entienden, ni están en posición de acometer. Por último, lo que está viéndose claramente desde la recrudescencia del independentismo catalán es que la izquierda española específicamente considerada en su multicolor variedad de pretensiones (socialistas, podemistas, confluyentes, comunes, anticapis, izquierdaunidas, etc), es incapaz de encontrar una voz propia respecto a aquel y se limita a secundar vergonzosamente las medidas represivas del gobierno.

Se hundirá con él.

El dos de octubre toda esta gente se encontrará en el sumidero de la historia entre un país que emerge en la desobediencia y otro que se hunde en la obediencia a un poder tiránico y vociferante que, al final, resultó ser un tigre de papel.

Hoy, Palinuro en Vilassar

Es de esperar que la autoridad no haya prohibido el acto para hablar de la República catalana que, al fin y el cabo, no tiene nada que ver con el referéndum prohibido en que se preguntará a la gente si quiere una República catalana también prohibida. Pero nunca se sabe. El gobierno ha decidido que el mejor modo de hacer frente a ese inmundo propósito de la Generalitat de saber qué quieren los catalanes es prohibir el referéndum y todo lo que esté directa o indirectamente relacionado con él, el re, el fe, el ren y el dum. Todo. La autoridad incompetente ha sucumbido a una neurosis de prohibición que podría empezar por aplicarse a sí misma: prohibición de cobrar sobresueldos, prohibición de pillar mordidas, de malversar, estafar a la ciudadanía, de financiar el PP ilegalmente, de robar hasta las cucharillas en los banquetes, de destrozar (y robar) la sanidad pública, de destruir (y robar) la enseñanza pública, de esquilmar el erario, de enchufar a los amigos, de fundirse el fondo de pensiones, de estafar a los impositores de las cajas, de llevarse la pasta gansa de las contrataciones a Suiza de dejar sin subvenciones a los dependientes y un sin fin de otras prácticas de latrocinio. Pero, no, prefieren aplicársela a los demás, en especial a quienes andan en la diabólica empresa de votar y averiguar así qué quiere la gente. Como si eso fuera lo óptimo y no lo que pide la vicepresidenta de averiguar cuál es el deseo de los catalanes por ciencia infusa.

Hoy hablaremos de la República catalana en Vilassar de Mar en el Ateneu de Vilassar a las 19:00. Se comprende que, dado el carácter irreductiblemente republicano de Palinuro, este se las promete muy felices intercambiando opiniones con las gentes del lugar sobre ese futurible que hace 18 meses se veía tan lejano y hoy, a falta de 15 días para el referéndum es tangible: una República en Cataluña. Una República libre.

Nos vemos en Vilassar.

dijous, 14 de setembre del 2017

Últimas noticias sobre la dictadura

A quince días del referéndum catalán de autodeterminación, se acelera la deriva dictatorial de un gobierno que está perdiendo el control y llevando el país a un punto de estallido. A la falta de autoridad y legitimidad de ejercicio por la corrupción que lo caracteriza se añade una serie de medidas que parecen pensadas, no para resolver los conflictos, sino para agravarlos. Y probablemente sea así: una provocación permanente en la esperanza de generar una rebelión que justifique medidas excepcionales.

I.- La fiscalía, punta de lanza de la agresividad del poder contra la ciudadanía, ha impuesto la censura en TV3 y conminado a cientos de de funcionarios de la Generalitat, amenazándolos con represalias si secundan las órdenes de sus superiores, es decir, si no desobedecen las órdenes de estos. Conviene recordar aquí que, no existiendo en España el eximente de obediencia debida frente a órdenes injustas y/o ilegales, esta circunstancia opera en ambas direcciones, generando mayor conflicto.

II.- Un juez de lo contencioso, de probada trayectoria política reaccionaria, ha prohibido el acto público previsto para el próximo día 17 en apoyo al derecho a decidir de los catalanes.  Siendo de criterio político opuesto a la ideología del acto, la decisión es sospechosa de prevaricación por actuar el magistrado como juez y parte. ¿Resultado, aparte del escándalo que esta prohibición suscita? Que los organizadores hayan decidido desobedecer al juez y mantener el acto, lo que forzará al gobierno a incrementar la represión o a desobedecer él también el mandato judicial. Una situación explosiva, aparte de ridícula.

III.- La farsa en que se ha convertido el gobierno del presidente de los sobresueldos está provocando un movimiento de desobediencia cada vez más generalizado. Su insistencia en imponer a los demás una legalidad hecha y deshecha a su medida ya solo encuentra apoyos entre una oposición cada vez más enfangada en su complicidad con esta restauración de la dictadura que ya está persiguiendo "delitos" de opinión, esto es, pisoteando la libertad de expresión.

IV.- Hace tres días se incendió el Palacio de Justicia de Valencia, destruyendo las pruebas acumuladas de los presuntos delitos de los miembros del PP en esa Comunidad. La idea de que se trata de un incendio intencionado y, por tanto, otro delito más, debe contrastarse con un criterio básico en toda investigación criminal: ¿a quién beneficia el delito? En la respuesta hay una poderosa pista sobre quién pueda ser responsable por obstrucción a la justicia.

V.- A las medidas represivas, censoras y autoritarias y los accidentes fortuitos (acompañados del continuo rosario de muertes también fortuitas de personas relacionadas con los procesos) se une una sistemática campaña de amenazas y coacciones de las autoridades. Respalda y magnifica estas prácticas mafiosas una caterva de medios de comunicación y publicistas comprados con dineros públicos, obviamente malversados.

VI.- El fiscal Maza, reprobado por el Parlamento, igual que su jefe, el ministro de Justicia, y hombre por debajo de toda sospecha, ordena citar a 712 alcaldes catalanes que han dado apoyo al referéndum y detenerlos en caso de incomparecencia. La desmesura de esta decisión se hace patente cuando se recuerda que, en los países civilizados, especialmente los de tradición romana, los alcaldes son la base misma del sistema de libertades. A ello se añade que, si bien la mayoría de ellos, de JxS, acudirá a declarar, los de la CUP ya han anunciado que no lo harán. Son 16 y está claro que ponen al gobierno en la disyuntiva de tolerar su desobediencia o encarcelarlos. Serán los primeros  probablemente  seguidos por los de ERC y JxS. Al final, más de 700 alcaldes encarcelados. Una situación explosiva que solo se explica por la incompetencia de las autoridades.

VII.- Por orden de un juez, la guardia civil ha cerrado la página web de la Generalitat sobre el referéndum. De inmediato se han puesto en marcha otras dos con servidores en otros países. La censura llega a las redes. Seguramente, el gobierno más corrupto de Europa pedirá cerrar internet. Algo imposible que provocaría la condena unánime en el exterior.

Sos dos fuerzas en crecimiento y orientadas al choque: la corrupción y el latrocinio del PP, que no cesa, y la libertad de expresión en las redes que el gobierno no podrá yugular. De ahí está naciendo un espíritu de desobediencia civil frente a una tiranía ridícula (para el siglo XXI) y desaforada. Lo encabeza el presidente y todo el gobierno catalán y eso no hay quien lo pare.

VIII.- Frente a ello, la actitud del PSOE entra en el terreno de la infamia. Su respaldo sin fisuras (la tímida reclamación de un diálogo de Sánchez no pasa de ser una mera súplica) a la política de represión y persecución del PP, fortalece a Rajoy, cuya dimisión habíase comprometido a pedir el secretario general en las primarias. Algo que no solo es moralmente detestable sino prácticamente estúpido porque no se traducirá en un incremento de intención de voto del PSOE, aunque las encuestas manipuladas de sus amigos se lo hagan creer a Sánchez. Si los socialistas van de comparsa con los franquistas, los votantes preferirán siempre el original a la copia.

IX.- Fraccionado en un mosaico de tendencias, la ambigüedad de Podemos y sus aliados los Comunes, que tratan de nadar y guardar la ropa en el referéndum también les pasará factura en las próximas elecciones. Únicamente se salvan de esta lamentable claudicación los anticapitalistas de Teresa Rodríguez y Miguel Urbán y el líder de Podem, Albano Dante Fachín. Los únicos que tienen la dignidad y la coherencia de exigir la legalización del referéndum.

Resulta patente a estas alturas que, si no se quiere llegar a una putrefacción total, es urgente sustituir el gobierno de Mr. Sobresueldos por otro demócrata. Y solo hay un camino: una moción de censura inmediata, apoyada por el PSOE, Unidos Podemos y los indepes catalanes que permita negociar un referéndum pactado.

Es la única salida so pena de seguir con la deriva dictatorial del gobierno de la corrrupción.

Recuérdese que los indepes todavía tienen una baza de consecuencias todavía más graves para el Estado español: una declaración unilateral de independencia aprobada en el Parlament. Una DUI acabaría provocando una intervención exterior. No se olvide que muchos conflictos internos españoles, incluida la última guerra civil, se han "resuelto" con la injerencia de fuerzas foráneas.

Hoy, Palinuro en Fonz, en la Universidad de Zaragoza

Un alto en el camino catalán para participar en un curso extraordinario de la Universidad de Zaragoza en Fonz con el título de La política en España: oportunidades y cambios. El tema que se me ha asignado a las 12:00 es España en crisis: balance de una década. O sea, un repaso a lo sucedido en el país entre 2007 y 2017. Ahí es nada: comienzo de la crisis-estafa del capitalismo global, recrudescencia  del independentismo catalán a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010, mayoría absoluta del PP, 15M, auge y caída de Podemos, corrupción galopante del régimen y referéndum catalán para el 1º de octubre, momento decisivo en la historia de España.  Sesión sin duda muy animada porque, además, Fonz es importante localidad de la llamada LAPAO, un ejemplo más de cómo la política lo invade todo -especialmente en tiempos conflictivos- incluso el ámbito lingüístico. En realidad este es uno de los primeros. Sospecho que los historiadores del futuro considerarán este decenio como decisivo a la hora de dictaminar sobre el curso del sistema político de la III restauración.

Edificio Interfacultades, calle Pedro Carbuna, 12, 6ª Planta.

Hoy, Palinuro en Palafrugrell

Pues sí, hoy, después de perorar en Fonz, pillamos carretera de nuevo hasta Palafrugell, en el Baix Empordà, Girona. Una invitación de la ANC para hablar en el teatro municipal a las 20:30. Estoy aficionándome a hablar en teatros. En realidad, vienen a ser como los salones de actos tradicionales, pero respiran otro aire, la decoración suele tener otros motivos y, con un poco de imaginación, uno siente el sutil aleteo de Talía y Melpómene.

El tema que me han asignado, com ens veuran el 2 d'octobre, se aparta de lo habitual porque tiene un claro elemento ucrónico muy tentador. ¿Cómo nos verán el 2 de octubre? Pues dependerá de lo que suceda el 1 de octubre. Y ¿qué sucederá el 1 de octubre? Pues dependerá de lo que suceda el 30 de septiembre. Y así hacia atrás hasta hoy: ¿qué sucederá...? En definitiva, ¿qué sucederá el 1 de octubre? Dependerá de lo que hagamos hoy y mañana y pasado. Los seres humanos determinamos nuestro destino. No del todo, claro es, porque en él intervienen los demás, que pueden (de hecho, siempre lo intentan) desviarlo en uno u otro sentido. Pero el mensaje es ese: en gran parte cosechamos lo que sembramos; luego interviene también el tiempo, la lluvia, el sol, el granizo, la simpatía o antipatía que despertemos.

Pero no vamos a hacernos 300 kms más para decir simplezas. Así que he preparado una pequeña simulación con análisis de causas y efectos probabilísticos que espero no sea del todo desatinada. Mi trabajillo me ha costado por aquello de respetar la ley de la variabilidad requerida y la determinación de variables y sus correlaciones en unas circunstancias endemoniadas.

Ens veiem a Palafrugell per parlar de com ens veuran després del 1/10.

dimecres, 13 de setembre del 2017

"Apología del referéndum"


¿Ven como no hay un problema catalán sino un problema español? El gobierno -en realidad, el Estado- está dispuesto a emplear todos los medios en contra del referéndum catalán, especialmente ahora que es innegable que tiene un apoyo masivo. Todos los medios quiere decir exactamente eso: todos. En Cataluña ya se ha impuesto la censura sobre TV3 prohibiendo que informe acerca del referéndum del 1/10. Tampoco muy extraño, no vaya a creerse la TV que es una excepción. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha advertido por igual a más de mil altos cargos públicos catalanes. Todos a callar por orden de la superioridad.

Ayer, el ataque fue contra la libertad de expresión en Madrid. Un juez ha prohibido un acto público de apoyo al referéndum catalán permitido por el Ayuntamiento. Lo ha hecho dando vía a una denuncia del PP en la que se invoca un ilícito imaginario llamado "apología del referéndum". ¡Apología del referéndum! Como el que habla de la "apología del terrorismo". Solo los franquistas pueden tener el descaro de equiparar un referéndum con el terrorismo. El juez que ha prohibido cautelarmente el acto, Justy Bastarreche, a su vez, figura como firmante de una declaración política del grupo político de derechas Libres e Iguales contrario al referéndum cuyo manifiesto comienza: "El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales", opinión muy respetable, pero no para firmada por un juez. y menos si este ha de actuar después como juez frente a unos simpatizantes con el "secesionismo" porque, obviamente, actuará como juez y parte. O sea, mucha "parte" y poco "juez". Calcúlese la imparcialidad del señor magistrado y dígase si esto no es un ataque directo a la libertad de expresión de la ciudadanía con visos de prevaricación por razones estrictamente políticas. Este uso partidista de las instituciones, de todas, pero especialmente del poder judicial, es lo que está llevando España aceleradamente de regreso a la dictadura y encanallando la vida política.

No es un problema catalán. Es un problema español. Y lo es porque, además, en esa tarea de instrumentalizar el Estado de derecho con fines partidistas (y del partido de la corrupción y el saqueo de España) la llamada oposición del PSOE esta colaborando directamente, siendo cómplice de este asalto a las libertades públicas y los derechos políticos. No merece la pena recordar a quienes secundan tan innobles designios que los siguientes en la línea de represión serán ellos. Cuando Sánchez legitima todas las barbaridades del gobierno y su partido contra la libertad de expresión, cuando Garzón se opone al referéndum de Cataluña, cuando los de Podemos también boicotean la Diada y juegan, como siempre, a dividir a la izquierda en pro de la derecha, están colaborando con quienes, cuando hayan conseguido sus objetivos, irán por ellos. Parece mentira pero es así.

Bueno está que la izquierda española -la socialdemócrata y la "verdadera"- no apoyen a la izquierda independentista; bueno que tampoco se solidaricen con ella ante el alud de guerra sucia, prácticas mafiosas, intimidatorias y agresivas de la derecha en el poder. Pero que lo secunden y sean parte activa en esa represión entra ya en el terreno de la infamia.

Palinuro reitera su convicción de que Cataluña, el independentismo catalán, es la única oposición real a esta vergüenza de un gobierno liberticida.Para ocultar sus innumerables latrocinios, su corrupción estructural y sus prácticas mafiosas esta presunta asociación de malhechores busca una confrontación directa con el independentismo y un conflicto con las instituciones catalanas.

Que en esta situación de atropello del Estado de derecho desde un Estado sin derecho, la izquierda acepte lacayunamente las falacias gubernamentales sobre una "legalidad" cortada a medida de los intereses del partido en el poder es deplorable. Que la apoyen unos intelectuales literalmente vendidos al franquismo restaurado es prueba de que el país no tiene arreglo.

Lo único valiente, democrático y honrado que puede hacerse es defender el derecho de los catalanes a votar en ese referéndum. Y estar a su lado porque son un ejemplo de dignidad e integridad.

dimarts, 12 de setembre del 2017

Mi crónica de la Diada 2017

Mi artículo de elMón.cat sobre la Diada de hoy. Contrariamente a mi costumbre, no haré resumen ni glosa previa.Tengo mucho más que añadir, por supuesto, pero me esperaré a leer otras opiniones.

De momento, el texto en castellano es este:

La Diada abre el camino a la República catalana

Absurda la guerra de cifras. Por mucho que Millo y los del PP mientan y manipulen, lo ha visto todo el mundo: un millón de personas por la independencia en Barcelona. A pesar de las trabas, las amenazas, la guerra sucia, la represión y el lerrouxismo de la “verdadera” izquierda que intentó dividir el movimiento con un éxito tan notable que no estaría de más que Colau, Iglesias y Doménech fueran pensando en dimitir, viendo el tirón que tienen y el peor destino que les aguarda en Cataluña. Había más gente en la manifestación de C’s. Quizá debieran unirse y, en todo caso, es de esperar que esta amarga experiencia fuerce a Colau –cuyo instinto de supervivencia político es el único al que obedece- a replantearse su negativa a facilitar colegios el primero de octubre.

Una concentración libre, democrática, pacífica, un ejemplo de civismo y cohesión. Cuestión de saber si al genio de La Moncloa esto sigue pareciéndole una algarabía o alguien le ha explicado ya que es el comienzo de su fin, el preludio a la votación del 1 de octubre próximo, en la que se firmará el acta de nacimiento de la nueva República catalana.

Las tres semanas que faltan hasta el referéndum estarán seguramente repletas de incidentes berlanguianos como los de la Guardia Civil en Valls, de ridículos sistemáticos de un gigantesco aparato de represión perfectamente inútil dotado de un potencial de overkill innecesario porque no se puede emplear contra todo un pueblo empeñado en emanciparse “de una puta vez”, como dice Lluís Llach con estro poético por dos razones:

En primer lugar, porque es eso, todo el pueblo, todas las clases sociales, un movimiento transversal que viene de muy atrás, de generaciones con una voluntad de ser que ha superado barreras, prohibiciones, cárceles, dictaduras, fusilamientos. Solo habría un medio, no ya de frenarlo, sino de cuestionarlo: sacar a la calle de forma voluntaria y pacífica a otro millón de personas en defensa de la situación actual, de la sumisión de Cataluña a España. ¿Hay alguna duda de que, si pudieran, quienes hablan de “mayoría silenciosa” lo harían? Para ejemplo, cuéntense los asistentes que tendrá la próxima manifestación del día de la Raza el 12 de octubre en Barcelona.

En segundo lugar porque si el movimiento se frustrara por el motivo que fuese, las consecuencias serían terribles. La venganza de los “demócratas” españoles, desde el PP hasta los comunistas de IU pasando por Podemos, el PSOE y otros defensores de la nación española, iría a la raíz misma de Cataluña y su dignidad como nación, que tratarían de destruir como fuera. Y si España entera sufrió las devastadoras consecuencias de haber perdido una guerra en 1939, la experiencia catalana fue ya entonces doblemente dura.

La Diada de 2017 es la mejor respuesta a la política de persecución del gobierno central y sus aliados socialistas y de C’s, esos que blanden la legalidad vigente sin preguntar cuál sea su legitimidad. Su impacto exterior evidente ha estrechado el margen de acción del gobierno central a extremos inverosímiles. Tanto que empiezan a escucharse voces dentro del aparato orgánico y mediático del PP pidiendo la dimisión de Rajoy por inútil. De tener sentido común, este aprovecharía para irse, antes incluso de que esa oposición interna se convierta en un alud, se rompan los equilibrios interiores de la presunta “asociación de malhechores” y el hombre acabe en Soto del Real, con sus amigos.

Y hay algo más y bien patente. Algunos de los diversionistas que han pretendido rivalizar con el “mainstream” de la opinión popular claramente independentista, están empezando a cambiar su discurso. El líder de Podemos, Iglesias, que lleva una temporada haciendo declaraciones contradictorias en clara muestra de que sigue sin entender nada de Cataluña, tan a la desesperada como los del PP, ahora propone una alianza con PSOE y C’s para echar a Rajoy y aceptar un referéndum de autodeterminación. No puede ignorar que tanto el PSOE como C’s son radicalmente contrarios a la idea (en el fondo, como él mismo) pero trata de salvar los muebles de una izquierda que solo surgió, como se ve ahora, para encontrar puestos y sillones para una nueva generación de políticos españoles y españolistas.

Ayer, en Barcelona arrancó la corriente que desembocará el próximo primero de octubre en una avenida de los ríos Alfeo y Peneo con los que el Hércules de la nación catalana barrerá los establos del rey Augías del Estado español. Así acabará el podrido sistema de la tercera Restauración y su clase política de vividores del erario de nueva o vieja generación.

Hoy, Palinuro en Balaguer

A las 20:30 en el salón de actos del Ayuntamiento de Balaguer, en una xerrada  sobre el impacto de la independencia de Cataluña en España. El título tiene algo de provocativo: no hay futuro en España sin la independencia de Cataluña. Puede parecer absurdo desde un punto de vista materialista y cortoplacista, pero no lo es. El mantenimiento de Cataluña a la fuerza dentro del Estado español, supone el del statu quo por los siglos de los siglos. Unas zonas del país (els països catalans y Madrid) productivas y el resto subsidiado a excepción del País Vasco y Navarra que, con su sistema de cupo y concierto al que nos referíamos en un post anterior, Catalanes y vascos, tampoco aportan ni detraen nada y, en consecuencia, son magnitud neutra. Esto significa, en efecto, perpetuación de la lamentable situación actual: ni las zonas más productivas acaban por despegar del todo debido al lastro de los territorios subvencionados ni estos tienen suficiente estímulo para despegar de una vez y vivir de sus propios recursos y su adecuada gestión.

La sacudida de la independencia de Cataluña obligará a la gente a vigilar a la oligarquía española tradicional, a impedir que siga robando, a castigarla en los tribunales y a prosperar por sus propios medios. Al principio puede ser difícil, pero esa misma dificultad obligará a las gentes españolas a exigir responsabilidades a la clase política, políticas y penales.

Solo entonces empezará a cambiar España para bien.

Nos vemos en Balaguer.

dilluns, 11 de setembre del 2017

¿Quién define la democracia?


Hoy, once de septiembre de 2017, se celebra la que probablemente será la Diada más importante de la historia de Cataluña. El propósito de los independentistas es conseguir que supere en asistencia, organización, vistosidad e impacto a todas las anteriores. Y, por todo lo que sé y el entusiasmo con que se lo han trabajado los organizadores, así será. Y tendrá un gran impacto. JxS la presentará a los ojos del gobierno, de España y del mundo entero como la mejor prueba de la voluntad mayoritaria del pueblo catalán de celebrar el referéndum del 1/10. El gobierno la estudiará con suma atención para ver hasta dónde puede llevar su táctica represiva y la comunidad internacional estará atenta para saber a qué atenerse en el caso de que el conflicto entre Cataluña y el Estado adquiera proporciones que impongan una mediación internacional

(Por cierto y antes de que algún lector o lectora se eche las manos a la cabeza escandalizada de que Palinuro dé por descontada la intervención exterior en un asunto interno de España o incluso la aconseje, bueno será recordar que, desde hace ya muchos años, siglos incluso, España no es un sujeto político plenamente soberano. Prácticamente desde la Guerra de Sucesión, todos los conflictos internos españoles han tenido decisivas intervenciones externas, si es que estas no han sido las que han iniciado el conflicto o lo han aprovechado. La última, la guerra civil que ganó Franco gracias a la intervención de Alemania e Italia.)

También Palinuro lo haría (y lo hará porque tiene pensado publicar un artículo al respecto en elMón.cat al final de la jornada) para aquilatar el efecto de la Diada sobre el posible resultado del referéndum.

Hasta ese momento quedará aplazada una respuesta al artículo de Juan Luis Cebrián en El País titulado Visca Catalunya! que es un repertorio de todos los topicazos unionistas y seudodemócratas que pasan por razonamientos políticos de altura en este conflicto y que consisten básicamente en marear la perdiz moviendo como el trile los conceptos de democracia, legalidad y gobierno. Quede para entonces la respuesta. Pero no sin dejar aquí constancia de un principio que todos estos adalides de la reflexión política estratégica al servicio del statu quo jamás mencionan, pretendiendo que se olvide en la maraña de sus logomaquias. El principio de que la única base de legitimidad de un gobierno es la aquiescencia de los gobernados. Nadie, por muy demócrata y legal que sea tiene derecho a gobernar en contra de la voluntad de los gobernados. Ese principio liberal por excelencia que estos servidores del poder ignoran se llama "gobierno por consentimiento" y es un hallazgo de Locke que, de admitirse, resolvería muchos problemas. Por muy democrático y respetuoso con la ley que sea un gobierno, si la voluntad de los gobernados (que, ciertamente, tiene derecho a cambiar) es contraria a él, el gobierno no será democrático sino tiránico y su legalidad, pura arbitrariedad.

Y ¿cómo se sabe cuál es la voluntad de los gobernados? En España hay dos procedimientos: uno, celebrando un referéndum, una consulta popular, cosa hasta la fecha prohibida por "antidemocrática"; dos, atendiendo al presidente de los sobresueldos para quien la mayoría es silenciosa y los independientes, una minoría o, mejor todavía, escuchando a la vicepresidenta, según la cual, el independentismo es inadmisible porque se empeña en hacer un referéndum "en lugar de escuchar a los catalanes", estupidez que no solo no está prohibida sino que es de obligado cumplimiento.

A esa estupidez presta retorcido apoyo el citado artículo de Cebrián.

Pero se verá una vez sepamos qué alcance ha tenido la Diada de hoy.

La segunda vez

Recuérdese el célebre comienzo del Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte en el que Marx, citando a Hegel (en la Filosofía de la historia), dice que los grandes acontecimientos en esta se producen dos veces y prosigue él de su cosecha que la primera como tragedia y la segunda, como farsa. Napoleón I (tragedia) y Napoleón III (farsa). Añadimos nosotros Franco (tragedia) y Rajoy (farsa). El presidente de los sobresueldos es una figura cómica, un personaje estrambótico y acomplejado, lleno de tics y manías, que provoca la irrisión, especialmente cuando se pone serio. Vulgar, ordinario, absurdo, no sabe ni moverse. Cuando camina parece un muñeco de trapo. Tampoco sabe hablar, apenas se le entiende y, cuando se le entiende, fuese mejor que no se le entendiera porque no dice más que sinsorgadas.

El intento de restauración del franquismo, fenómeno trágico en la historia de España del que esta no ha conseguido restablecerse, no es sino una farsa con elementos de la más pura astracanada hispana. El espectáculo de la guardia civil registrando imprentas o redacciones de revistas en busca de papeletas para votar en el referéndum del 1/10 en lugar de vigilar y perseguir terroristas no tiene parangón en el mundo civilizado. Les habían dicho que mantuvieran una actitud seria, responsable, tranquila, inmutable, como si fueran la guardia de Buckingham Palace, y no respondieran a las posibles provocaciones e insultos de la gente. Pero no les habían dicho que, en lugar de insultarlos, el público que se manifestaba contra el atentado a las libertades de prensa y expresión se burlaría de ellos, les regalarían claveles, los obligarían a presenciar simulaciones de votación en la calle y, cuando finalmente se retiraron en sus vehículos todo terreno, les cantarían la canción de "ustedes lo pasen bien". Venían muy serios y circunspectos, prevenidos contra la hostilidad, pero no contra la rechifla. Hicieron el ridículo y lo sabían, por lo cual se les notaba muy incómodos.

Pura farsa que nadie puede tomarse en serio. ¿Y qué decir del ignoto paradero de las 6.000 urnas que, a fuer de transparentes deben de ser invisibles? Estoy seguro de que el ministro Zoido y la vicepresidenta del gobierno tienen a docenas de agentes buscando las malditas urnas que, como las imágenes en la escena de los espejos de La Dama de Shangay tan pronto están como no están. Más farsa y tomadura de pelo de estos franquistas que ya no asustan ni a los conejos.

Cada vez que el de los sobresueldos habla, profiere amenazas que no está en situación de cumplir. Y en cuanto al papel de su vicepresidenta, lo más caritativo es no tomársela en serio nunca pero especialmente, cuando, como el otro día, se pilla un berrinche de bruja mala del guiñol y empieza a soltar exabruptos enfurecidos contra el referéndum y la posible independencia de Cataluña.

Farsa es un Tribunal Constitucional compuesto por magistrados que recuerdan las caricaturas de Daumier, más atentos a los deseos del poder que al sentido de la justicia. Y farsa unos medios de comunicación comprados a precio de oro de los dineros públicos para que tergiversen la realidad según el programa de una presunta asociación de malhechores que carece de programa.

Que el referéndum del 1º de octubre va a celebrarse se sigue indefectiblemente del hecho de que el Sobresueldos haya afirmado ya con toda su cómica y balbuceante contundencia que le caracteriza que no va a celebrarse. Como, al parecer, no se celebró la consulta del 9N, de la que, en cierto modo, trae causa el próximo 1/10.

Como farsa es la apelación a una legalidad más retorcida y arbitraria que el contrato de los hermanos Marx. Farsa el cerrado apoyo de una oposición socialista convertida por arte de birlibirloque en apoyo incondicional a una política de negación del derecho a decidir. Y farsa los distingos entre "soberanía" e independencia  de la otra oposición, la de la "verdadera" izquierda que, si no tiene mucho de esta, menos aun tiene de "verdadera" y que pide sumisamente perdón por retirar pacíficamente una bandera, la de los vencedores en una guerra, que estos impusieron a los vencidos por el terror.

Y farsa es, por último, la de un gobierno que desgobierna un país, lo maltrata, lo esquilma, lo arruina, lo fragmenta al tiempo que proclama que España es "una gran nación" cuando, como puede ver todo el mundo, no es grande y tampoco nación.

diumenge, 10 de setembre del 2017

No entendéis nada

Pero nada de nada. Res de res. Probablemente os lo impide ese acendrado nacionalismo español que empieza por negarse a sí mismo. Los nacionalistas españoles con algo de luces aseguran que no son nacionalistas, faltaría más; que todos los nacionalismos son iguales; que no hay que poner nuevas fronteras (ellos están contentos con las suyas, claro); y, si son de izquierdas, dicen ser internacionalistas cosa que, obviamente, no significa nada.

Es muy llamativo y parte de la complejidad del problema que la izquierda muestre esta incapacidad de comprender. Cataluña no es España ni antes ni después del 1/10 como se demuestra -da vergüenza recordarlo- por el hecho de que haya que decirlo. Cataluña es tierra conquistada, según dijo Fraga a Verstringe. Está en España, pero no es España. Cataluña sabe lo que es y lo que quiere ser. España, no; ni lo que es, ni lo que quiere ser, y la mejor prueba es esta incapacidad para entender a Cataluña que raya en lo patológico. Ha sido necesario que las cosas se pudrieran durante años hasta llegar a la confrontación actual para que los socialistas empiecen a preocuparse y presenten un plan irrisorio de una comisión constitucional de reconsideración del lugar de Cataluña a sabiendas de que, con la correlación actual y previsible de fuerzas, eso es imposible. Por no hablar de ese federalismo apolillado en el que no cree nadie; ni ellos. La propuesta no solo muestra una probable mala fe de tratar de engañar a los catalanes con un señuelo parlamentario, sino que oculta algo peor: el intento de ignorar que la rebelión catalana rechaza la legitimidad del orden constitucional y que, por lo tanto, la propuesta carece de sentido dentro del sistema actual; que es una repetición del "café para todos" 40 años después.

Otra cosa sería si, entendiendo que Cataluña no es España, se propusiera una vía de negociación bilateral entre ambas que incluyera un referéndum de autodeterminación pactado. Pero, en el caso del PSOE, eso es imposible porque comparte con la derecha el nacionalismo español que le hace negarse en redondo al referéndum por una cuestión de acartonados principios borgoñones con el argumento, típicamente orgánico de todo el pensamiento reaccionario, de que la parte no puede separarse del todo, el brazo del cuerpo, la rama del árbol. Y no es esta la única bobada que comporte con el PP. También coincide en sus falacias sobre la legalidad, la Constitución, la estabilidad, la Monarquía y, en gran medida, la colonización del Estado por la Iglesia, etc, y por supuesto, el recurso a la represión y la violencia si se considera preciso, con la única salvedad de que, al tiempo que se reduce a los catalanes por la fuerza, no se deje de llamarlos al diálogo. 

Diálogo como el que ofrecía Sáenz de Santamaría mientras preparaba la guerra sucia contra la Generalitat, los procesamientos de Mas, Rigau, Ortega, Homs etc por medio de sus alguaciles en el Tribunal Constitucional, y una batería de denuncias y amenazas que, en el momento de escribir estas líneas, alcanzan ya a los particulares que desobedezcan al Tribunal Constitucional y eso sin apoyatura jurídica alguna, simplemente por un capricho de esta señora. Teniendo en cuenta que la Generalitat ya cuenta con 50.000 voluntarios para el referéndum, calcúlese el hercúleo esfuerzo represivo que habrá de realizar este gobierno de incompetentes para todo lo que no sea expoliar el erario. 

Eso es lo que el PSOE directa y abiertamiente y Podemos de forma ambigua, esquinada e hipócrita están respaldando: la actividad arbitraria de la administración con el apoyo de unos jueces sumisos y la tiranía como forma de gobierno frente a un problema que son incapaces de resolver. Y, de paso, la condonación de la guerra sucia, la organización de policías políticas, el empleo de la fuerza pública con intenciones intimidatorias, la compra y manipulación de los medios, las amenazas y campañas contra la Generalitat. 

Y no solo eso. Quienes no solamente no denuncian las sistemáticas violaciones de la legalidad y el Estado de derecho, sino que las apoyan, también están siendo cómplices de la corrrupción generalizada de un gobierno sostenido por un partido que es una asociación para delinquir. 

Y todo ello porque estos nacionalistas españoles, de derechas, de centro o de izquierdas son incapaces de entender qué está pasando en Cataluña, una sociedad dinámica y abierta empeñada en librarse de la rémora de un Estado que, tras un breve lapso de una democracia mediocre, vuelve por los fueros de los gobiernos de ladrones, meapilas, franquistas y corruptos que han destruido el país. Literalmente.

Frente a ello, el movimiento independentista que mañana, en la Diada, hará una demostración de fuerza y unidad que conquistará todos los medios del mundo, sigue adelante de modo pacífico y democrático como una "revolución de las sonrisas". De las sonrisas y con sentido del humor. El ridículo episodio vivido ayer por la Guardia Civil registrando una revista como un episodio del Cu Cut de hace más de cien años en busca de papeletas de votación, fue apoteósico y aun alcanzó grados superiores cuando, mientras las gentes regalaban claveles a unos hoscos guardias civiles, estos confiscaban una caja... vacía y el consejero Turull avisaba de que no hacían falta papeletas, pues todos podrán traer impresas de casa.

No, amigos, no entendéis nada y, después del 1º de octubre, si el sí es mayoritario, tendréis que tragar una república catalana libre, mucho mejor y más próspera que la España que deja atrás.

Hoy, Palinuro en el Fossar de les Moreres

Hoy, víspera de la Diada del Sí, participaré en un mitin de ERC en el Fossar de les Moreres a media noche. No hace falta decir nada más. Imposible entrar con mejor pie en un once de septiembre que será histórico. Comparto cartel con Marina Gassol, Marta Rovira y Alfred Bosch. Gente espléndida, en la que cabe confiar. Gente republicana. 

Es un privilegio estar presente en el arranque de la República catalana, cuyo preanuncio será la Diada de este año, más poderosa que nunca, y cuya acta de nacimiento se firmará el próximo 1º de octubre. Será cuando los catalanes, pese a todas las amenazas, chantajes, maldiciones, trampas, agresiones y violencias, del nacionalismo español más franquista y el algo menos virulento pero igualmente contrario de la llamada "izquierda" socialdemocrata y diz que revolucionaria, voten democrática y pacíficamente por su emancipación como pueblo. Y de ahí saldrá un Estado nuevo en Europa.

Ens veiem al Fossar.

Donec Perficiam.

dissabte, 9 de setembre del 2017

La vergüenza de España

En el Canadá y en el Reino Unido puedes hacer un referéndum de autodeterminación sin que todas las fuerzas de la tierra y del cielo vayan contra ti. Como se te ocurra hacerlo en España, puedes acabar en la cárcel... de momento.

A ella te habrá llevado un gobierno presidido por un presunto cobrador de sobresueldos en negro, repleto de ministros reprobados, directa o indirectamente relacionados con la corrupción de la Gürtel, apoyado por un partido con casi mil imputados en procesos penales básicamente por ladrones, fundado por un ministro falangista del dictador Franco, Manuel Fraga Iribarne y dirigido por el discípulo tonto de otro ex-ministro franquista y ultraderechista aristocratizante, Gonzalo Fernández de la Mora. Un gobierno y un partido corruptos hasta los goznes.

Dicho lo anterior, ¿qué más cabe añadir?

Sí, algo más: la "oposición" socialista apoya sin fisuras este gobierno franquista. Además de coincidir básicamente con el ideario nacionalcatólico de la impresentable derecha cerril, la coincidencia se hace hermandad de armas cuando se trata de machacar a los catalanes y sofocar como sea que en Cataluña pueda la gente decidir libremente su destino, como desea el 75 por ciento de la población, o sea aproximadamente cuatro millones y medio de ciudadanos.

¿Cómo se puede decir que se es socialista e impedir que cuatro millones y medio de personas puedan votar? Sencillamente: aceptando las tergiversaciones y falacias de esta corrupta derecha franquista en el gobierno que oscilan desde las majaderías del Sobresueldos sobre la "mayoría silenciosa" a los increíbles apotegmas de la vicepresidenta cuando dice que "Puigdemont quiere un referéndum en lugar de escuchar a los catalanes". Difícil imaginar una estupidez mayor, como si los referéndums no se hicieran precisamente para escuchar a la gente.

Y no solo los socialistas se han puesto incondicionalmente a las órdenes de estos franquistas y sus sofismas sobre la legalidad sino también, aunque de modo más sinuoso y ambiguo, los de Podemos que quieren un referéndum pero no quieren un referéndum y lo invocan mientras lo boicotean, en el estilo de su amiga la oportunista Ada Colau.

Nadie sabe qué pueda pasar pero ya hay muchas cosas claras. Los franquistas están en la restauración de la dictadura y acabarán volviendo a criminalizar las ideas. Con los jueces a su incondicional servicio, los medios de comunicación todos vomitando insultos al unísono y los fiscales pidiendo que se cierre internet, vaya papel que está haciendo la izquierda, al servicio de la derecha.

Qué vergüenza de país.

Catalanes y vascos

Ahora que llevo toda la semana, en los exámenes de la UNED en Bergara, País Vasco, zona de profundo sentimiento abertzale, se me ha ocurrido hacer algunas comparaciones entre las dos (tres, contando Navarra) comunidades autónomas con mas tensión independentista.

A pesar de la furia asesina de ETA en el pasado, el independentismo vasco no asusta gran cosa a la oligarquía española (incluida la vasca) porque las magnitudes no le parecen preocupantes. Con una población en torno al 7% (entre Euskadi y Navarra) del total español y un PIB de 65.000 millones (PV), quinto puesto en la clasificación del Estado y 18.246 millones (Navarra), puesto 14, de marcharse ambas, las cifras no producirían mucho descalabro. Además esa eventualidad está ya descontada pues el cupo vasco y el concierto navarro -que hacen a estos territorios fiscalmente soberanos de hecho- apenas reportan nada al conjunto del Estado, pero sí permiten que tengan los niveles de vida más altos en casi todos los órdenes.

En cambio, Cataluña es muy otra cosa. Con el 16 % de la población del Estado y un PIB de 204.660 millones de Euros, es la primera economía del país. Además, ese PIB, con el que se financia a sí misma y también en gran medida a otras partes de España, supone aproximadamente 21 por ciento del estatal. De irse, la economía española perdería mucho. Sin duda, gran parte del griterío ultrapatriótico español, de los rugidos de los fachas, los balbuceos de Rajoy y los crispados dislates de Sáez de Santamaría reflejan el terror a perder ese momio. Sobre todo ahora que el ministro Montoro, tan parecido a Nosferatu, ya reconoce que el déficit fiscal de Cataluña es de 10.000 millones de euros, cuando hasta hace poco los gobernantes lo negaban y aún lo niegan, siendo así que, probablemente, esa cifra también sea falsa y el déficit se acerque en realidad a los 15.000 millones.

Esos datos demográficos y económicos condicionan sobremanera la evolución política de ambas comunidades y explican que, aunque el independentismo vasco ha sido violento y también articulado en tiempos de Ibarretxe, el que el Estado teme de verdad es el catalán. Dicho en plata, si se otorgara a Cataluña el sistema del cupo vasco, probablemente el país no aguantaría. Se explica igualmente la peregrina y ambigua relación de ambos territorios con España. Hasta hace poco, los partidos mayoritarios (PNV y CiU) llegaban a acuerdos con el gobierno central y completaban mayorías parlamentarias a cambio de concesiones en materia de competencias y financiación. Desde comienzos del siglo XXI (más o menos) la situación ha comenzado a variar y si el nacionalismo vasco todavía llega a acuerdos con el español (el PNV ha votado a favor de unos presupuestos infumables del PP), los indepes catalanes, no. Los caminos se separan o ahora se hace evidente que siempre estuvieron separados. A los vascos les va bien en España gracias al cupo/concierto; a los catalanes, no. Muchos de estos siguen creyendo que tienen un aliado en el nacionalismo vasco, unos por inercia y costumbre y otros porque saben que, aunque no sea verdad, no les interesa abrir nuevos frentes. Pero no es así.

Los frentes están abiertos. La burguesía vasca no solo no es independentista, sino que tiene ramalazos muy españolistas. Quizá la burguesía catalana también lo fuera pero por razones que sería prolijo examinar aquí, se ha hecho independentista. Y ahora es cuando descubre que, en el fondo, no había tal alianza. El nacionalismo vasco amenaza con la independencia pero, 1º) la amenaza es poco creíble; 2ª) no es enteramente sincera y, en el fondo, no especialmente interesado en apoyar el independentismo catalán. ¿La razón? Es obvia. Cuando Rajoy dice que todos los españoles son iguales ante la ley, como siempre, miente. Fiscalmente hablando, vascos y navarros no son iguales a los demás, sino que tienen regímenes privilegiados.

Y eso explica muchas cosas.

divendres, 8 de setembre del 2017

Santiago y cierra España

Era preciso hacer algo para tranquilizar a la parroquia, muy nerviosa con las noticias de Cataluña. No bastaba con la crispada y desencajada reacción de la vicepresidenta del gobierno que salió calificando de patada a la democracia la aprobación de la Ley del referéndum. Al contrario, el ridículo de Sáenz de Santamaría fuera de sí tenía que compensarse con algo que eliminara la impresión de que el Estado está en manos de auténticos orates.

Así que el gobierno decidió compensar un ridículo con otro: puso a Rajoy a hablar. Faltando a su costumbre de no dar jamás explicaciones por nada, el de los sobresueldos, se decidió a informar en su inimitable estilo al término del consejo de ministros extraordinario. Sentó previamente a todos los ministros en primera fila, como doctrinos, convocó a los medios y les espetó la habitual monserga llena de falsedades y topicazos. Había condescendido a dar cuenta de lo que piensa hacer y no iba a tolerar que nadie pusiera nada en cuestión. El núcleo de su discurso fue una enumeración de los recursos mediante los cuales pretende que el Tribunal Constitucional le saque las castañas del fuego de su propia incompetencia,  y un ataque al bloque independentista y al govern de la Generalitat a los que acusa de "autoritarios" y de ir en contra de la democracia. Sin admitir preguntas, sin observaciones, democráticamente. 

Por supuesto todo ello adobado con las consabidas falacias sobre el respeto a la legalidad y la necesidad de atenerse a los procedimientos de reforma previstos. Es inútil repetir aqui que su concepto de legalidad es tramposo y que los procedimientos de reforma están cegados para quien no pertenezca a uno de los dos partidos dinásticos. Es un modo de actuación, este sí, típicamente autoritario y de raíz franquista: el gobernante se limita a reiterar su criterio sin atendender a ningún matiz, crítica o relativización, sin escuchar nada porque para eso dispone de la fuerza coercitiva del Estado, para acallar la discrepancia si, a pesar de todo, esta se manifiesta.

De hacer algún tipo de recapitulación, de meditar sobre las causas que han llevado a esta situación en que el presidente y la vicepresidenta del gobierno salen amenazando a los ciudadanos, ni flores. Sin embargo, está claro que, si hemos llegado hasta aquí se debe en gran parte a la irresponsabilidad política del que ahora se ofrece como garante de la estabilidad con el apoyo entusiasta de los medios nacional-españoles como El País, que salía con un editorial digno del ABC o La Razón, titulado La dignidad de Cataluña. Es un sarcasmo que este título plagie el que en 2010 publicaron muchos medios catalanes (La dignidad de Catalunya) en defensa del Estatut, a punto de ser dinamitado por la sentencia del Tribunal Constitucional de aquel años.

Esta especie de burla es paralela al hecho de que sea precisamente quien más ha hecho por dinamitar el entendimiento entre Cataluña y España quien dice buscar una solución al conflicto. Porque, como sabe todo el mundo, el independentismo catalán ha subido del 25/30 por ciento de la población hasta el 50 por ciento gracias a la demagogia de Rajoy recogiendo firmas contra el Estatuto en 2006 y recurriéndolo ante el TC y todo para hacer juego sucio contra el Gobierno de Zapatero. El Sobresueldos ha destrozado el sistema del 78 para satisfacer sus ansias de poder. Y llegado a él, siguió con la política anticatalana, perfectamente condensada en el propósito más insultante y estúpido de "españolizar a los niños catalanes" del ex-ministro Wert. 

Los  que fueron contra el Estatuto son los que ahora dicen protegerlo. Por la misma razón por la que los franquistas que se abstuvieron en la votación sobre la CE 78 o votaron en contra son los que se erigen hoy en sus defensores y la usan como baluarte contra las aspiraciones democráticas de la gente.

En cumplimiento de su triste sino de ser seguidor de la derecha, el PSOE reitera su apoyo incondicional a los franquistas del gobierno, dando por bueno su simulacro de democracia. Esto lo legitima, al parecer, para no tomarse el trabajo de buscar un entendimiento en Cataluña sustituido por una etérea llamada a un diálogo que no se ha producido nunca, no se produce ahora y no se producirá jamás por cuanto el nacionalismo español solo entiende una forma de relación de Cataluña con España, la de la sumisión y el silencio ante los abusos.

Es un espectáculo patético el del nacionalismo español dando palos de ciego, superado en todo momento por la Generalitat. Ayer el Parlament aprobó la Ley de Transitoriedad para el caso de que gane el "sí" en el referéndum, cumpliendo así la promesa de Puigdemont de "ir de la ley a la ley", impertérrito el bloque del sí ante las amenazas de las autoridades españolas que no pueden hacer otra cosa que eso, amenazar.

Al propio tiempo, el Parlament pedía investigar judicialmente a Rajoy, Santamaría y Fernández Díaz por los delitos que hubieren podido cometer en la "operación Cataluña". 

Unos presuntos delincuentes encargados de aplicar ley en España.

dijous, 7 de setembre del 2017

"¿Es una algarabía? No, Sire, es una revolución"

El País no anda bien de chispa periodística. Quizá le parezca exagerada la similitud con la famosa información del duque de La Rochefoucauld a Luis XVI, aunque es pertinente. Pero podría haber hecho un juego más de casa, componiendo una portada con el títular: "Golpe del Parlament. El País, con la Constitución". Al fin y al cabo, es el espíritu del titular real: "Los separatistas imponen...".

Claro que es una revolución. Encabezada por el Parlament, cual suele suceder. Y con un pueblo detrás, el que lo ha elegido y le ha mandatado. Los parlamentos se mueven a golpe de gestos simbólicos, hoy magnificados por los medios. La imagen de la jornada es la aprobación de la Ley del referéndum, la que echa a andar el proceso para que los catalanes y catalanas decidan si quieren constituirse en República independiente o seguir como están.

El referéndum no es la independencia. El referéndum es una pregunta, no es una respuesta. No haber entendido algo tan sencillo puede costar a los nacionalistas españoles quedarse sin país. Porque si imponer lo que en otras partes del mundo civilizado se hace negociando sin problema cuesta tanta tensión, tanto conflicto, tanta confrontación, la mayoría acabará concluyendo que, en efecto, lo mejor es romper cuanto antes porque esto no tiene arreglo.

Sí,  es una revolución. La revolución de la República catalana. Los dos partidos dinásticos, cerrados en banda a la posibilidad y la excrecencia de Ciudadanos, también, pues el enfrentamiento con el independentismo venía de cuna, de cuando Rivera se fotografiaba in puribus. Pero ¿y Podemos? Es sarcástico que quienes venían cabalgando a lomos de la revolución no la hayan visto pasar a su vera hasta que han comprobado que ellos cabalgaban en un Clavileño.

¿Por qué no entendió el nacionalismo español la diferencia entre referéndum e independencia? Aparte de por pura incapacidad o por la consabida tirria hispana al pragmatismo porque, en el fondo, no es democrático ni cree en el principio democrático sino que se aferra de modo fetichista al principio de legalidad. Ese enunciado que comparten PP y PSOE frente a Cataluña de que sin ley no hay democracia es una tontería. Sin ley no hay democracia. Y con ley, tampoco. Las Leyes de Nürnberg eran leyes y el régimen, una tiranía. Todo depende de la ley y de la democracia.

Solo la ignorancia de aquella diferencia y también del sentido vivo de democracia explica un exabrupto como el de la vicepresidenta del gobierno: hoy hemos vivido una patada a la democracia en el Parlament. Quiere decir puntapié seguramente. El Parlament propinando una "patada" a la democracia. ¿A qué democracia?

"Sí", responden quienes de buena fe en la izquierda se oponen al independentismo "la democracia del PP no es democracia (forma elegante de sintetizar años de saqueos, estafas, ilegalidades, gürteles, Lezos, Bárcenas, leyes mordaza, etc) pero lo suyo no es saltarse la ley, sino reformarla". Quienes dicen esto saben (o debieran saber) que la minoría catalana jamás será mayoría en España, jamás podra reformar las leyes y deberá someterse siempre a la tiranía de la mayoría.

"Bueno", dicen otros seguramente también de buena fe, "en todo caso, no hay que tirar el niño con el agua sucia ni confundir el gobierno del PP (corrupto y profundamente antidemocrático) con el Estado. Alguna vez cambiará el gobierno, regirá la izquierda y el Estado español cambiará".

Eso es falso. Lo niega la experiencia histórica y lo niega la propia concepción de España de la izquierda que, en lo sustancial, es la de la derecha. Véase si no:

La transición fue un proceso hoy muy cuestionado pero que, en todo caso, traía unos compromisos implícitos de carácter incluso lógico. El más evidente era que el franquismo se había acabado y nadie lo resucitaría. Justo lo que la derecha se ha puesto siempre a hacer al llegar al poder y, a partir de su arrollador triunfo electoral de 2011, a marchas forzadas: restaurar el franquismo. De modo vergonzante porque solo los más tontos de ellos se siguen declarando franquistas, pero efectivo. Apenas llegados a La Moncloa en 2011 suprimieron de un plumazo el pluralismo en RTVE, devolvieron la enseñanza a la Iglesia, pretendieron suprimir el aborto, reformaron la justicia para encarecerla y privar de ella a los más necesitados, destruyeron el régimen jurídico laboral, desmantelaron la sanidad pública, promulgaron una ley Mordaza, saquearon el fondo de pensiones y se dedicaron a enriquecerse ilegalmente, ellos y su partido, a cuenta de los contribuyentes que, en España son las clases medias y bajas.

No hay garantía alguna de que esto no vuelva a suceder (de hecho sigue sucediendo hoy día; la Ley Mordaza sigue en vigor y se sigue multando a la gente a capricho de los agentes de la policía), sobre todo por la coincidencia de fondo que hay entre la izquierda y la derecha. La perpetuación del franquismo en todos los órdenes se mantuvo incólume durante los veinte años de gobiernos socialistas (Valle de los Caídos, Fundación Francisco Franco, callejero, honores, símbolos) y solo en tiempos de Zapatero se aprobó una menguada Ley de la Memoria histórica que los franquistas del PP han tirado a la basura.

En realidad, desde que el PP llegó al poder en 2011, en el PSOE había clara conciencia de que estaba desmantelando los pactos implícitos de la transición. En alguna ocasión lo mencionó Rubalcaba. Y era obvio. Como obvio era que se trataba de volver al franquismo sin Franco. Basta con ver el panorama de los medios de comunicación. 

Pero no se hizo nada. En cuatro años de mayoría absoluta de un PP echado al monte no hubo ni una moción de censura, nada digno de considerarse oposición. Al contrario: refugiado el PSOE de Rubalcaba en su política de "pactos de Estado" (que fueron tan dañinos a la izquierda como los "pactos de familia" para España), se complotó una Ley de Seguridad Nacional que se aprobó ya en tiempos de Sánchez y que, según se dijo entonces, no era "contra los catalanes". Esa misma a la que hoy se quiere recurrir contra los catalanes.

No, el Estado español no cambiará nunca. Salvo mediante una revolución.

La catalana.